Washington D.C. – En un movimiento que podría transformar el panorama automotriz de Estados Unidos, el Departamento de Comercio ha anunciado su intención de prohibir la venta de vehículos que contengan software o hardware chino o ruso, utilizados para conectar los coches con el exterior. La decisión, que se centra en aspectos de seguridad nacional, responde a preocupaciones sobre el posible acceso de empresas extranjeras a datos sensibles de conductores y la infraestructura del país.
La conectividad en los vehículos incluye funciones como la comunicación directa entre el móvil del conductor y el coche, interacciones con semáforos y otras infraestructuras en las llamadas ciudades «conectadas», así como la recepción de alertas del servicio posventa del fabricante. Los impulsores de la medida argumentan que estos avances tecnológicos podrían ser explotados con fines de espionaje o sabotaje.
La medida tendrá un impacto significativo en el mercado de vehículos «conectados» y autónomos en Estados Unidos. Actualmente, la mayoría de los autos nuevos vendidos en el país disponen de alguna tecnología de conexión, lo que subraya la magnitud del posible cambio. Las autoridades han expresado su temor a que dejar que esta tecnología siga expandiéndose podría permitir un control remoto indeseado de los vehículos, llevándolos a ser potencialmente utilizados para desestabilizar la seguridad vial.
Si el plan se ratifica, la normativa está programada para entrar en vigor el 20 de enero de 2025, dando a las empresas del sector poco más de un año para adaptarse a los nuevos requisitos. La reacción de la industria automotriz aún está por verse, pero es probable que lleve a un rediseño de las estrategias de desarrollo de tecnología en el sector para asegurarse de cumplir con las nuevas normativas sin perder competitividad en un mercado en rápida evolución.
El debate sobre el equilibrio entre innovación y seguridad nacional sigue siendo crucial, y la medida podría ser un indicativo de cómo las políticas tecnológicas y comerciales evolucionarán en el futuro cercano en un mundo cada vez más interconectado.