Eran muchas las semanas que el técnico José Luis Mendilibar estaba en la cuerda floja, domingo tras domingo se oía el rumor que podía destituir al entrenador del Valladolid, entre otras cosas porque el equipo no terminaba de cuajar, no conseguían sumar victorias y eso se acaba pagando, además esta temporada se ha coqueteado más que nunca con el descenso, y las tres victorias que solo han sumado en los 20 partidos de liga que han disputado pesaban mucho, por eso se ha buscado un nuevo rumbo, un entrenador que conoce el club, pero tiene otra idea de fútbol, o por lo menos eso dicen los entendidos a este deporte, ya que Onésimo le gusta más el trato con el balón.
Era el último año de contrato de Mendilibar, él sabía que el ciclo como entrenador del Valladolid había acabado, por eso no quiso renovar, y quizás por eso tampoco se ha tenido la paciencia como en otros años, y es que era uno de los entrenadores que más tiempo estaba en el mismo banquillo, llevaba tres temporadas y media desde que sorprendiera a todo el mundo subiendo al equipo a la primera división, encima batiendo los records de puntos y haciendo un gran fútbol.
Así que Mendilibar se tiene que ir por la puerta de atrás, sin oir a la grada el famoso grito que dedican a todos los entrenadores «Mendilibar vete ya», aunque sabiendo que se ha llevado el cariño de la afición y de los periodista que le han abrazado al irse.
