El gran sprinter Robbie McEwen no tiene ningún golpe de gravedad, aunque en primer instancia todo el mundo se asustó al ver la tremenda caída que sufrieron unos cuantos ciclista, y donde el australiano salió más perjudicado que ninguno.
Se estaba disputando los últimos metros del Gran Premio de L’Escaut, y todo el mundo preparaba la llegaba masiva, pero la caida tiró al traste todos los planes y encima se encendieron las luces de alamar, puesto que McEwen se quedó en el suelo y el caso estaba roto, aunque los médicos han informado que sufre una conmonción cerebral, incluso no corre peligro su participación en el Giro de Italia.
Así que el australiano está deseando volver a la carretera después de ver que no tiene ni costillas, ni clavícula ni el bazo fracturados, peor suerte ha corrido Tom Boonen que estará unos días de baja por la fractura sufrida en uno de sus pies.