Thor Huhsovd el hasta ayer líder de la vuelta gala se vio implicado en un accidente en los últimos metros cuando se disponía a cruzar la meta.
El liderato es lo de menos porque había sprinters importantes que seguramente ya se lo hubieran arrebatado, además Hincapié había conseguido una bonificación que le colocaba con el maillot amarillo.
El ganador de la etapa prólogo, sufrió un aparatoso corte en el brazo cuando se disponía a luchar por la etapa. Una mano gigante de publicidad de uno de los patrocinadores del Tour, en manos de un espectador situado en las vallas de seguridad le seccionó al tropezar con él. El corredor cruzó la línea de meta y se desplomó en el suelo ensangrentado, supongo que entre el dolor, el susto y el disgusto.
La sangre es escandalosa y más cuando alcanzó el maillot de Freire creando el susto en la afición española, aunque el cántabro no se vio afectado salvo en un detalle importante se le cortó su progresión por ir a rueda del lesionado ciclista.
Pero el hecho es que se reabre el debate, no es la primera vez que hay incidentes con el público por estar demasiado cerca o incluso por cruzarse en la carretera. Empujones a los ciclistas, caídas o las veces que se les moja para ayudarlos sentándoles peor el remedio que la enfermedad, y que a veces han causado la bajada del ciclista y peleas en vivo y en directo.
El ciclismo se ha convertido en punto débil en el dopaje, y parece que se quiere dar ejemplo con sanciones importantes pero sin embargo no se cuida en exceso a unos deportistas que se dejan la piel e incluso a veces la vida en las carreteras. Son el motor de un negocio millonario pero nadie les protege, sanciones sí, pero medidas de seguridad también.