Luca Toni ha perdido el pulso que le había hecho al entrenador del Bayern Munich, el holandés Louis Van Gaal apartó del equipo al delantero italiano por la actitud que tuvo durante un encuentro, y desde entonces el equipo subió, ganó a la Juventus y se decidió que se tenía que marchar en el mercado de invierno.
El delantero italiano quería minutos para intentar llegar en forma para el próximo mundial, y sabía que no lo iba a conseguir en el Bayern Munich, que con Louis Van Gaal de entrenador no iba a tener minutos, además la afición bávara se había posicionado al lado de los resultados, por lo que tan solo le quedaba forzar la salida a un club italiano.
El Bayern Munich cederá a Luca Toni hasta final de año, con una doble intención, primero quitarse de encima un problema y una ficha demasiada elevada para tenerla en la grada, mientras que si consigue hacer un gran final de temporada y un mejor mundial seguro que lo pueden vender a un buen precio y sacar un pellizco por su traspaso.
Es una pena que el míster holandés y el delantero italiano no hallan congeniado, porque la baja de Luca Toni es debilitar la plantilla bávara, aunque de momento no había demostrado nada.