Tras el curioso caso de que Lotus ya no patrocinaría a Lotus en la Fórmula 1, el rebote de las ironías afecta ahora a la división de automóviles en venta. Y es que, resulta que, los nuevos dueños de Proton, antigua matriz de Lotus, se han cargado de un plumazo los nuevos planes estratégicos de la firma de Hethel.
Para empezar, han despedido a los dos directivos que más apostaban por el nuevo plan estratégico para Lotus, que se fundamentaba en una línea de crédito de 500 millones de euros, que proporcionaba Proton para los nuevos desarrollos. Actualmente han gastado 240 millones de euros que se han convertido en una patata caliente para Lotus porque ahora no puede hacer frente a los pagos. Esto se debe a que la línea de crédito que le habían proporcionado desde Proton está congelada por el cambio de dueños.
Los nuevos dueños, DRB, no saben que hacer con Lotus, y no les interesa para nada el nuevo plan estratégico. La primera opción pasa por enviar a Lotus a la bancarrota controlada, que un nuevo dueño se haga cargo de las deudas y se quede con los activos de la empresa. Opción que es la más viable en un primer momento.
La segunda opción pasaría por no quebrar Lotus pero sí venderla en un corto plazo de tiempo para que el nuevo dueño pueda hacer frente a la deuda de 240 millones de euros, cosa que no llama demasiado la atención a nadie en un primer momento. Y la última opción, que nos gustaría a todos pero que DRB no está dispuesta a aceptar, pasa por seguir con la línea de crédito de 500 millones de euros que Proton había proporcionado a Lotus y continuar con el desarrollo.
Las opciones más viables que pasan por la venta de la compañía son las más factibles, de modo que sólo el tiempo y a corto plazo nos dirá cual es el futuro de Lotus.
