Las conversaciones de la COP29, que se llevan a cabo en Baku, se centraron este miércoles en los desafíos que enfrentan las pequeñas naciones insulares, las cuales se encuentran al borde de una crisis existencial debido al calentamiento global. El Secretario General de la ONU, António Guterres, destacó la necesidad de brindar apoyo a estas naciones que, según él, no han sido responsables en gran medida de la crisis climática.
Guterres expresó su frustración, señalando que «tienen todo el derecho a estar enojados, yo también lo estoy». Durante su intervención en la Cumbre de Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, enfatizó que estas naciones están sufriendo las consecuencias de una «injusticia colosal», que amenaza su futuro con el aumento del nivel del mar, huracanes sin precedentes y economías devastadas. Subrayó que la injusticia que enfrentan es «perpetrada por unos pocos», refiriéndose a los países del G20 que, según indicó, representan alrededor del 80% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Guterres hizo un llamado a la comunidad internacional, instando a que «el mundo debe seguirlos y apoyarlos», reconociendo la ambición climática que demuestran estas pequeñas naciones. Destacó tres prioridades clave para enfrentar la crisis climática: mantener el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a un máximo de 1,5°C, proporcionar apoyo financiero significativo para ayudar a las naciones insulares a afrontar los efectos del cambio climático y avanzar en la reforma de la arquitectura financiera internacional.
El Secretario General demandó que los países se comprometan a implementar un nuevo objetivo de financiamiento climático que contemple las necesidades específicas de los pequeños Estados insulares. Este objetivo debería permitir la movilización de fondos significativos, que incluye explorar fuentes innovadoras de financiamiento y establecer un marco claro que garantice accesibilidad, transparencia y rendición de cuentas.
Guterres concluyó su discurso instando a los líderes presentes a utilizar su autoridad moral para exigir acciones concretas, liderazgo y justicia en la lucha contra el cambio climático. En medio de una creciente urgencia por abordar las crisis ambientales, estas palabras resuenan con fuerza ante la comunidad internacional.
Fuente: ONU últimas noticias