Los aranceles masivos y otras medidas restrictivas que ha anunciado el presidente de Estados Unidos podrían generar un impacto devastador en los países en desarrollo, según advirtió este martes el Centro de Comercio Internacional (ITC). Esta agencia, que opera bajo la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la ONU, reporta que estas políticas, junto con recortes en ayuda internacional, constituyen una «tormenta perfecta» para las naciones menos adelantadas.
El fin de semana pasado, Estados Unidos amenazó con imponer un arancel adicional del 10% a los países que se alineen con ciertas políticas del grupo BRICS, compuesto exclusivamente por naciones del Sur Global. De acuerdo con el ITC, los países en desarrollo enfrentarán costos mayores al exportar bienes, como prendas de vestir y productos agrícolas, a Estados Unidos, lo que podría agravar su situación económica.
Durante una conferencia de prensa en Ginebra, la directora ejecutiva del ITC, Pamela Coke-Hamilton, describió cómo el comercio se ha vuelto impredecible, lo que representa un alto costo para las naciones que dependen de las exportaciones. Aunque se había anunciado una pausa en los aranceles recíprocos, se ha agregado un nuevo impuesto del 10% que prolonga la incertidumbre y pone en riesgo inversiones a largo plazo y contratos comerciales.
Los países menos desarrollados son los que más sufren con los aranceles recíprocos más altos, como es el caso de Lesotho, Laos, Madagascar y Myanmar, donde enfrentan impuestos entre el 40% y el 50%. Aunque los aranceles para Laos y Myanmar han disminuido ligeramente, siguen siendo significativamente altos y amenazan la estabilidad económica de estos países. En Lesotho, la industria del vestido, que es la más grande del país, se encuentra en un futuro incierto, poniendo en riesgo decenas de miles de empleos.
Vietnam, cuyo 25% de exportaciones se destina a Estados Unidos, también siente el impacto de los nuevos aranceles del 20%, lo que podría alterar su comercio con Estados Unidos y afectar a otras naciones de la región.
Adicionalmente, los drásticos recortes en la ayuda al desarrollo complican aún más la situación. Se prevé que los países del G7, responsables de gran parte de la asistencia oficial al desarrollo, disminuyan su gasto en un 28% en el próximo año, marcando la mayor reducción desde la creación del G7 hace 50 años.
Ante este panorama sombrío, el ITC hace un llamado a mejorar la integración y la transformación de mercancías en los países en desarrollo para aumentar su valor antes de la exportación. En este contexto, Coke-Hamilton subraya la importancia de las pequeñas empresas, que representan el 90% de todas las empresas y generan dos tercios de los empleos a nivel mundial, argumentando que su estabilidad es clave para el desarrollo económico global. Fundado en 1964, el Centro de Comercio Internacional se dedica a ayudar a los países en desarrollo a alcanzar un desarrollo humano sostenible mediante las exportaciones.
Fuente: ONU últimas noticias