En las montañas de la provincia de Houaphanh, en el norte de Laos, los agricultores están renovando su futuro al optar por el cultivo del café, una alternativa sostenible al tradicional cultivo de opio. Esta región, que durante años ha estado marcada por la producción de amapola, está experimentando un cambio significativo gracias a la implementación de programas de desarrollo alternativo.
Phuperp, una joven agricultora de 22 años, comparte su rutina agitada durante la temporada de cosecha. Se despierta a las 4 de la mañana para recolectar las bayas de café, que luego se llevan a la planta de procesamiento. Proveniente de una familia con antecedentes en la agricultura de maíz y arroz, Phuperp ha encontrado en el café su cultivo preferido, destacando su capacidad para crecer a la sombra sin requerir la tala de árboles.
Desde 2016, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito trabaja, junto al Gobierno de Laos, para proporcionar medios de vida alternativos a los agricultores de Houaphanh, ayudando a la comunidad a liberarse de la pobreza que el cultivo de opio les había impuesto. La transición hacia el café ha abierto nuevas oportunidades y un panorama más alentador para la comunidad de Phuperp, quien expresa su deseo de dedicarse únicamente a la recolección de café.
La Cooperativa de Café Vanmai, de la cual forma parte Phuperp, agrupa a 341 familias que cultivan café en 405 hectáreas. Este esfuerzo colectivo no solo mejora las condiciones de vida de los agricultores, sino que también permite a la cooperativa acceder a mercados internacionales. Con más de 230 toneladas de granos de café verde exportados, han logrado certificaciones de comercio justo y están en proceso de conversión a la producción orgánica.
El café ha demostrado ser un recurso poderoso en la lucha contra el tráfico de drogas y la pobreza, y António Guterres, Secretario General de la ONU, ha reconocido su impacto positivo en el fortalecimiento de las economías rurales. La red de Mujeres Vanmai, establecida en 2021, ha sido clave para mejorar la participación femenina en el negocio del café y en la toma de decisiones dentro de la cooperativa.
Con un enfoque en la sostenibilidad y la inclusión, el café de la cooperativa se vende directamente a consumidores, asegurando que los beneficios económicos regresen a las comunidades. Esta iniciativa simboliza la resiliencia de los agricultores y su deseo de forjar un futuro mejor, respondiendo a necesidades socioeconómicas sin depender de cultivos ilícitos. En este nuevo capítulo, los agricultores de Houaphanh buscan no solo un medio de subsistencia, sino también construir un legado de esperanza y desarrollo sostenible.
Fuente: ONU últimas noticias