La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos instó a las partes implicadas en el conflicto en Líbano a respetar plenamente el acuerdo de alto el fuego por el bienestar de los civiles. Según Volker Türk, el Alto Comisionado, este alto el fuego representa un alivio significativo para millones de personas que han sufrido durante más de un año y pidió que se resuelvan las discrepancias en su implementación en el marco del Acuerdo y la legislación pertinentes.
En una conferencia de prensa en Ginebra, el portavoz de Türk, Jeremy Laurence, destacó la necesidad de centrar los esfuerzos en proporcionar ayuda humanitaria a quienes la necesitan urgentemente. Multitud de personas se encuentran sin hogar y enfrentan la devastación causada por la destrucción de hospitales, escuelas y otras infraestructuras esenciales. Laurence subrayó que es fundamental que las decenas de miles de personas que han huido de sus hogares puedan regresar con la certeza de que estarán a salvo y podrán reintegrarse con sus vidas.
La rendición de cuentas también fue un punto crucial en la declaración de la Oficina. Laurence enfatizó que es esencial investigar de manera independiente y minuciosa las violaciones al derecho internacional humanitario y los derechos humanos. La importancia del estado de derecho y de la rendición de cuentas se considera clave para prevenir futuros conflictos y fomentar la paz y el desarrollo.
Por otro lado, la coordinadora especial de la ONU para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, señaló que, aunque el alivio es evidente en el tercer día del alto el fuego, es crucial actuar con cautela y paciencia. El reciente acuerdo, que incluye la retirada de las fuerzas israelíes y el refuerzo del ejército libanés, no puede ser implementado de manera inmediata.
Desde que comenzó el alto el fuego, se ha permitido la llegada del primer convoy humanitario al sur de Líbano, que entregó insumos básicos a las comunidades afectadas por el conflicto. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos informó que, tras semanas de incertidumbre, las familias están comenzando a dejar los refugios de emergencia, aunque las necesidades humanitarias siguen siendo extremadamente altas.
La situación en Líbano ha dejado un camino de destrucción, con un número preliminar de víctimas que se acerca a los 4.000 muertos y más de 16.000 heridos. La comunidad internacional ha sido llamada a apoyar a Líbano en esta crítica fase de recuperación, priorizando la protección de los derechos humanos y el bienestar de la población más vulnerable.
Fuente: ONU últimas noticias