La actual discusión sobre la legislación de derechos de autor ha cobrado especial relevancia durante la Semana del Copyright, un evento que reúne diversas acciones y debates en torno a los principios fundamentales que deben guiar la política de derechos de autor. Grupos de todo tipo analizan la situación actual, los retos que enfrenta la creatividad y la innovación, y las implicaciones de los nuevos desarrollos tecnológicos, especialmente en lo que respecta a la inteligencia artificial.
Uno de los temas más controversiales es la propuesta de ley denominada NO FAKES, que ha generado inquietudes entre artistas y ciudadanos debido a la posibilidad de que sean reemplazados o difamados por imitaciones creadas por inteligencia artificial. Aunque se han planteado múltiples iniciativas en los niveles estatal y federal para abordar esta problemática, cada una parece generar nuevas complicaciones.
Uno de los aspectos más criticados de la ley NO FAKES es que, al ofrecer un puerto seguro a quienes temen que la legislación promueva una censura excesiva, el nuevo marco legal podría en realidad exacerbar el problema. Según el proyecto de ley, las plataformas digitales podrían evitar responsabilidades al eliminar cualquier contenido que se declare no autorizado, una medida que podría llevar a una censura masiva por temor a represalias legales. De acuerdo con esta propuesta, cada copia hecha, transmitida o exhibida de un contenido no autorizado se consideraría una violación independiente, con penalizaciones de hasta 5,000 dólares por infracción.
Si bien la nueva legislación incluye un límite de penalización si la plataforma puede demostrar que tenía una creencia objetivamente razonable de que el contenido era legal, este requisito podría resultar complicado de cumplir en la práctica. Esto plantea serias preocupaciones sobre la libertad de expresión en línea y la capacidad de los creativos y activistas para compartir su trabajo y participar en la conversación pública.
Históricamente, el proceso de notificación y eliminación de contenido establecido por la DMCA ha sido fundamental para el desarrollo de plataformas de expresión. Sin embargo, también ha sido objeto de abusos que han llevado a la censura de voces legítimas. Ante esta situación, muchos abogan por una revisión de la ley NO FAKES para incluir mecanismos más robustos que impidan el mal uso del proceso de notificación, los cuales son más necesarios que nunca en el contexto de las réplicas digitales.
Los críticos sugieren que la propuesta NO FAKES presenta menos salvaguardas que la DMCA y que podría convertir la preocupación por los derechos de autor en una justificación para limitar la creatividad y la innovación. La falta de un marco que proteja adecuadamente la expresión en línea genera un clima de incertidumbre, donde los creadores, especialmente aquellos menos favorecidos, podrían verse desalentados a producir y compartir su trabajo. Así, el futuro de la creatividad digital pende de un hilo, y las decisiones que se tomen en este contexto podrían determinar el rumbo de la expresión artística en la era de la inteligencia artificial.
Fuente: EFF.org