Las Regiones de la UE Donde las Compras en Línea Son Más Populares

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Would holds a credit card in front of a laptop.

En 2023, el 58,1% de las personas de entre 16 y 74 años en la Unión Europea (UE) afirmaron haber comprado o solicitado bienes o servicios a través de internet en los tres meses anteriores a la encuesta. Este dato refleja un crecimiento en la adopción del comercio electrónico, evidenciando una tendencia constante hacia la digitalización en la región.

El uso de e-commerce no se distribuye de manera uniforme en la UE. En todos los casos, los regiones de Chequia, Dinamarca, Irlanda, Francia (salvo las regiones más distantes), los Países Bajos, Eslovaquia, Finlandia, Suecia, Estonia, Luxemburgo y Malta superaron el promedio de la UE. En contraste, las regiones de Bulgaria, Grecia, Italia, Lituania, Portugal, Rumanía, Eslovenia, Croacia, Chipre y Letonia quedaron por debajo del porcentaje medio de usuarios en línea.

Un análisis más detallado revela que 21 regiones de la UE experimentaron una actividad notable en el comercio por internet, donde al menos el 80,0% de la población entre 16 y 74 años realizó compras en línea. Esta cifra corresponde a zonas de los Países Bajos, donde se encuentran los tres picos más altos: Utrecht (87,8%), Noord-Holland (86,4%) y Overijssel (85,9%). En el caso de Suecia, Dinamarca, Irlanda y Chequia, también se registraron cifras positivas.

Por el contrario, 20 regiones de la UE presentaron índices alarmantemente bajos de actividad de comercio electrónico, con menos del 35,0% de la población realizando compras en línea. Estas incluyen 6 regiones en Rumanía, 5 en Italia y varias más en Bulgaria, así como algunas regiones distantes de Francia y una en Polonia. Un dato preocupante resalta que, en solo dos regiones de la UE, menos de una de cada cinco personas utilizó el comercio por internet: la región búlgara de Yugoiztochen (19,8%) y el territorio francés de ultramar Guadeloupe (18,7%).

La diferencia en el uso del comercio electrónico entre las regiones de la UE sugiere un panorama fragmentado en la adopción digital, lo que invita a reflexionar sobre la necesidad de políticas que fomenten la inclusión digital y el acceso a internet en áreas rezagadas. El cambio en las dinámicas de consumo a través de plataformas digitales promete impactar de manera significativa en la economía europea, y el seguimiento de estas tendencias se vuelve un imperativo para entender mejor la transformación digital en la sociedad actual.