La vida ES maravillosa (70-47)

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Campeones del Mundial de BasketSe logró la hazaña, muchos creíamos en ella pero la veíamos tan utópica que no nos dábamos cuenta de que era posible, de que éramos los mejores, y lo somos. 18 victorias (sí, leen bien) y ninguna derrota desde que comenzara en Agosto la preparación del Mundial hasta la finalísima de hoy, demuestran qué equipo merecía el oro por encima del resto. Por Pepu, y su difunto padre; por Pau, por no haber disputado el partido de su vida; por La Sexta, por haberle dado la importancia que se merece a este gran deporte; y por todos los que amamos la canasta; a ver si algún que otro inepto se da cuenta de cuál es el mayor espectáculo del mundo.

Nunca se ha visto a una selección tan compacta como la española en este mundial, y la insuperable defensa que desplegaron en los dos primeros cuartos ante Grecia no es fruto de la casualidad. Mucho ha tenido que ver en ello el trabajo táctico, el estudio del rival, mucho ha tenido que ver Pepu. Aquel sempiterno entrenador de Estudiantes que se tomaba años sabáticos sin razón aparente para ver baloncesto, por algo lo hacía, para saber más que el resto. Nunca tuvo un equipo decente en Estudiantes, y un año que más o menos lo tuvo los llevó a la final de la ACB, perdiéndola de manera injusta ante el Barça. Ahora ha sido la pieza que ha unido la calidad, ansias y juventud rebosante de sus 12 elegidos con la cabeza y filosofía de un equipo ganador.

Centrándonos en el partido, en la gran final, no hay que ser muy sabio para decir dónde estuvo la clave, en la defensa. Pero no sólo en el simple factor físico de defender, sino saber cómo hacerlo, dónde hacer daño al rival, en este caso los griegos. España tenía muy claro lo que debía frenar del conjunto heleno; su tiro exterior y su dupla revulsiva Papaloukas-Schortsianitis cuando salieran del banquillo. Lo primero lo cumplieron con creces, los griegos no es que no acertaran el aro de España, es que ni siquiera podían lanzar, y menos de tres puntos. Respecto a la revolución Papaloukas, Pepu le tenía preparado a su perro de presa particular, Berni Rodríguez, quien le desquició, hasta el punto de que simuló una lesión para no seguir jugando.

Por cierto, no hay que olvidarse que jugamos la finalísima sin nuestro estandarte, Pau. Decir que no le hizo ni falta jugar el último partido para ser proclamado MVP del torneo, y a nuestra selección no le hizo falta su presencia para ganar el encuentro. Sobrados, vamos. Al igual que el balance de victorias del último mes, 18 consecutivas, todo un logro al alcance de muy pocos conjuntos. Además, exceptuando la victoria in extremis contra Argentina en semifinales, todos los partidos han sido un paseo para España. Lo único que nos quedará para siempre por saber es qué hubiera pasado en un enfrentamiento directo con EE.UU., pero otra vez será.

Por último decir que el éxito de esta hornada de jugadores no acaba aquí, en Japón. No hay que olvidar que el año que viene se disputa el Eurobasket en Madrid, donde intentaremos el doblete. Y ya en 2008 se disputará el torneo olímpico en Pekín. Es un equipo joven y con talento, con unas hambres de triunfo terribles, pero sobre todo con un sentimiento de conjunto y de altruismo deportivo poco visto en los tiempos que corren.

¡¡¡ENHORABUENA CHICOS!!!

Vía: 24 segundos