La vacunación contra la influenza entre las personas mayores en la Unión Europea muestra una tendencia fluctuante a lo largo de los años. En 2022, el 48,2% de los individuos de 65 años o más estaban vacunados, cifra que representa una ligera disminución en comparación con el 50,8% registrado en 2021. Históricamente, el mayor porcentaje de vacunación se alcanzó en 2009, con un 54,6%, mientras que el punto más bajo ocurrió en 2015 con un 40,0%.
Dentro de los países miembros de la UE, existen notables diferencias en las tasas de vacunación. En 2022, Dinamarca lideró con un 78,0% de vacunación en adultos mayores, seguida por Portugal con 75,8% e Irlanda con 75,4%. En contraste, países como Eslovaquia, Polonia y Bulgaria reportaron las tasa más bajas, con 5,6%, 8,6% y 10,4%, respectivamente.
En cuanto a la mortalidad relacionada con la influenza, en 2021 se registraron 363 fallecimientos en la UE, lo que se traduce en una tasa estandarizada de 0,07 muertes por cada 100.000 habitantes. La mayoría de las muertes ocurrieron entre personas de 65 años o más, con una tasa de 0,30. Bulgaria presentó la tasa de mortalidad más alta, con 0,69 muertes por cada 100.000 habitantes, y una tasa de 2,84 entre la población mayor. Otros países con tasas elevadas incluyen Suecia y Malta.
Por el contrario, seis países miembro, a saber, Estonia, Irlanda, Chipre, Letonia, Lituania y Luxemburgo, no reportaron muertes por influenza en 2021.
La considerable reducción en los fallecimientos por influenza en comparación con los años anteriores (10.124 muertes en 2019 y 5.709 en 2020) puede atribuirse, al menos en parte, a las medidas de salud pública implementadas durante la pandemia de COVID-19. Estas incluyeron estrategias de vacunación mejoradas, distanciamiento social y prácticas de higiene reforzadas, así como la aplicación de directrices internacionales para reportar muertes por enfermedades clínicamente compatibles con COVID-19.