La Red Nunca Olvida: Combatiendo el Olvido Digital

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EFF Presents "Fix Copyright", a design featuring a cartoon mouse hacking his tractor.

La era digital ha traído consigo un nuevo paradigma en la forma de almacenar y compartir información. Uno de los principios fundamentales que muchos desean ver reflejado en la realidad es la idea de que «internet nunca olvida». Este fenómeno de la tecnología avanzada permite que el conocimiento se conserve y se difunda de manera más ágil y accesible, llegando a estar disponible en múltiples plataformas. Sin embargo, este mismo avance presenta desafíos cuando se trata de preservar una visión objetiva de la historia y los hechos.

La custodia y la indexación de información son esenciales para garantizar una interpretación compartida de los acontecimientos. Esto se vuelve particularmente relevante en un contexto donde aquellos en posiciones de poder suelen intentar moldear la percepción pública a su favor. Desde maniobras sutiles, como hacer que se reduzcan las visibilidades de artículos negativos, hasta acciones más directas, como eliminar información previamente accesible, las estrategias para manipular la realidad son variadas y preocupantes.

Este proceso suele conocerse como «memory-holing», concepto inspirado en la novela «1984» de George Orwell, donde el régimen reescribía la historia para eliminar cualquier referencia a sus errores. Un ejemplo reciente en el ámbito pre-digital es la respuesta de Disney, que ha intentado mantener en las sombras su película «Song of the South». Sin el poder de internet, es posible que sus esfuerzos hubieran tenido un mayor éxito en borrar su legado.

Además de eliminar información comprometedora, la manipulación de contenidos permite a estas figuras poderosas aparentar que nunca han cometido un error, generando una falsa sensación de permanencia en sus políticas y definiciones. De este modo, la historia se reescribe ante los ojos de la sociedad.

Una de las vías más rápidas hacia el «memory hole» es a través de las reclamaciones de derechos de autor. Un fenómeno particularmente alarmante es la práctica de copiar un contenido crítico y retroceder su fecha, para así reclamar que es el original y que el artículo genuino es una infracción. Una vez que se elimina el artículo original, la crítica también desaparece, lo que lleva a la extinción de discursos válidos.

Otro enfoque común es alegar infracción de derechos de autor cuando se utilizan palabras, imágenes o sitios web que ponen en evidencia a estas figuras, a pesar de que su uso se ajuste a la normativa de uso legítimo. Recientemente, la periodista Marisa Kabas recibió un aviso de retirada por compartir una captura de pantalla del sitio de campaña de un político que mostraba una conexión con un sospechoso de un tiroteo. Aunque la captura fue eliminada, el sitio del político fue modificado para borrar la imagen, aunque una versión anterior sigue accesible gracias al Wayback Machine, una herramienta que preserva momentos del pasado en la web.

El Wayback Machine se ha establecido como una de las mejores herramientas para combatir el «memory-holing». Cambiar un sitio web puede ser una táctica efectiva para ocultar datos embarazosos, pero estas alteraciones no pueden borrar lo que ya ha sido conservado por esta plataforma. A pesar de los intentos de silenciar malas noticias, el hecho es que la red tiene memoria, lo que plantea preguntas sobre la ética de borrar hechos del pasado.

Sin embargo, es importante reconocer que no se debe juzgar a las personas únicamente por sus momentos más oscuros, que pueden quedar inmortalizados en la red. Los mecanismos para eliminar esas huellas, lamentablemente, suelen ser más accesibles para las personas influyentes que para el ciudadano común. Aunque el copyright no permite borrar las malas noticias sobre uno mismo, es un claro recordatorio de que en la red, la verdad, al final del día, sigue viva.
Fuente: EFF.org