El próximo 21 de diciembre marcará un hito significativo: se cumplirán 60 años desde la adopción de la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial. Sin embargo, este aniversario llega en un contexto preocupante, donde la injusticia racial, la desigualdad, el discurso de odio y la intolerancia no solo persisten, sino que, en muchos casos, están en aumento a nivel mundial.
Mahamane Cissé Gouro, director de Mecanismos Convencionales de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, hizo estas observaciones durante el discurso inaugural del 116º período de sesiones del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial. En su intervención, Cissé Gouro destacó la normalización del discurso de odio y la xenofobia en el ámbito político y público, una situación que se ve amplificada por el uso de nuevas tecnologías. «Con demasiada frecuencia, estas actitudes se convierten en parte del discurso cotidiano», advirtió.
El experto en derechos humanos añadió que cuando los Estados ignoran las violaciones de la ley, tales transgresiones se convierten en algo aceptable. Además, recalcó que la aplicación inconsistente de la ley socava el estado de derecho, lo que tiene repercusiones negativas en la protección de los derechos fundamentales.
La lucha contra la discriminación racial sigue siendo uno de los principales mandatos de las Naciones Unidas. Cissé Gouro enfatizó la importancia del trabajo del Comité en la supervisión de la aplicación de la Convención, así como en la promoción y protección de los derechos humanos sin ningún tipo de distinción. En este sentido, instó a utilizar el sexagésimo aniversario de este instrumento internacional como una oportunidad para fomentar una mayor voluntad política y acciones concretas contra la discriminación racial, asegurando que todas las personas gocen de los derechos fundamentales sin distinción de raza, color, ascendencia, origen nacional o etnia.
Sin embargo, Cissé Gouro también abordó la falta de recursos que enfrenta la ONU, lo que complica el cumplimiento de su misión. En este sentido, manifestó que su Oficina continuará colaborando con el Comité para fortalecer el sistema de protección de derechos humanos y proporcionar los recursos necesarios para apoyar su trabajo esencial. Michal Balcerzak, presidente del Comité, corroboró esta situación, señalando que las restricciones presupuestarias han llevado a la pérdida de veinte días de trabajo en el presente año y solicitó a los Estados parte que actúen con urgencia para abordar estas dificultades financieras.
El actual período de sesiones del Comité, que se extenderá hasta el 5 de diciembre en Ginebra, incluirá el examen de informes presentados por varios países, entre ellos Burundi, Guatemala, Maldivas, Nueva Zelanda, Suecia y Túnez.
Fuente: ONU últimas noticias





