Más claro no puede estar, llega la copa y las gradas se vacían, ayer el campo del Alavés sumaba poco más de 1600 espectadores y el Calderón alrededor de los 5000 para los muy optimistas. Todas las voces claman lo mismo este formato de copa no funciona…
Hoy cuando se hayan jugado todos los partidos se terminará de comprobar y seguramente los mejores aforos será el de los campos de 2ª B y Tercera, y es que esta Copa no tiene interés ni para el Rey y lleva su nombre.
La federación está empeñada en que la Copa sea un torneo menor y lo está consiguiendo, las eliminatorias a doble partido no convencen a nadie, los grandes llevan a reservas y segundos equipos, los pequeños no arriesgan demasiado pues a doble partido es un suicidio y al final a quien le interesa un torneo que tampoco es del interés de la televisión?
El calendario está muy apretado, pero sin embargo se aprieta más con eliminatorias a doble partido, pero resulta que esto no interesa a equipos, no interesa a los medios y no interesa a los aficionados, entonces ¿para que se juega?
La respuesta es fácil, se juega por tradición, porque es un torneo legendario que en otra época tuvo su glamour, pero que ahora se ha desprestigiado muchísimo con escándalos, distintos cambios continuos, favoritismos y sobre todo que se ha quedado antigua y pide a gritos una revolución que pasaría por varios puntos:
– Ofrecer una plaza de Champions de las 4 que hay en juego
– Meter a todos en el Bombo desde un principio, o al menos después de una ronda previa
– Toda la competición a partido único en campo del más pequeño, menos la final
– Darle bombo a nivel televisivo, al menos por las territoriales en las primeras rondas y después de ámbito nacional
Está claro que esta reforma no es tan difícil, alegra la competición da alicientes para todos, los pequeños pueden llenar las arcas y soñar con llegar lejos, los grandes deben luchar por una plaza que asegura Europa a lo grande y además el calendario se ve saneado de partidos a ida y vuelta por lo que no es problema jugarla.
España es así y apostamos por el antifútbol de una competición que no interesa en ninguno de sus niveles y que año tras año se devalua, en fin extraños sucesos del fútbol de la España profunda que maneja de forma pésima, pero sin embargo sigue con el poder de seguir haciéndolo y mientras la Copa sigue muriendo a la sombra.