Ayer pudimos ver a qué nivel se encuentra Brasil de cara al Mundial, eso sí, ante un rival muy débil como Panamá. El conjunto de Luis Felipe Scolari se dio un paseo durante todo el encuentro y prácticamente no piso el acelerador ante la facilidad para llegar a la portería panameña.
La verdad que había ganas de ver a la anfitriona y no defraudó, Brasil mostró un gran fútbol, con una velocidad vertiginosa arriba y una defensa muy seguro, a diferencia de otras selecciones brasileñas en otros torneos, dónde la defensa era claramente su punto más débil. El encuentro comenzó con dominio brasileño y con varias llegadas aunque sin relativo peligro, hasta que en el minuto 26, una falta al borde del área fue convertida en gol por Neymar en un magnífico disparo. Ese gol, fue la chispa que encendió a Brasil a parti de ahí el encuentro fue sobre ruedas. En el minuto 39, tras la pasividad defensiva de Panamá, Alves aprovechó el espacio al borde del área y con un certero disparo batió a Mcfarlane poniendo el 2-0.
La segunda parte comenzó con el tercer tanto de los brasileños nada más empezar, Neymar dio un taconazo con mucha clase a su compañero Hulk, para que este hiciera el tercera en una excelente definición con el exterior. El cuarto gol comenzó con otro buen pase de Neymar a Maxwell, que una vez dentro del área asistió a William para certificar la goleada.
El partido a pesar del abultado resultado, pudo ser peor para Panamá, ya que los brasileños dispusieron de múltiples ocasiones para hacer gol, de hecho la segunda parte bajaron la intensidad ambos equipos y el partido empezó a ser un rondo de Brasil. Sin lugar a dudas la estrella fue Neymar, marcó el primer gol y asistió en los dos últimos, cada vez que el jugador del Barcelona tocaba el balón generaba una ocasión desplegando toda su magia y rapidez.
Está claro por tanto, que Brasil es muy seria candidata al título Mundial, se pudo ver una gran mejora en su juego y una seguridad pasmosa en todas sus líneas. De momento, es la selección que mejor sabor de boca ha dejado.
