La Bebeteca

En mi infancia encontré en las bibliotecas un refugio donde ir descubriendo la vida, historias, conocimientos, libros… pero después de pasar media vida en ellas un día las abandoné.

Fui pasando de la sala infantil a la sala de adultos en la biblioteca de mi pueblo, y después, la biblioteca universitaria. Y llegó el trabajo, y me olvidé de las bibliotecas; ya tenía dinero para comprar libros y tiempo para leer en el metro.

Esta semana he retornado gracias a mis hijos, y me he dado cuenta cuánto las echaba de menos. Al entrar me he llevado una gran sorpresa, ahora existe un espacio dentro de la biblioteca llamado bebeteca, creado para iniciar a los niños de cero a tres años a la lectura.

Era un espacio desconocido para mí, en el que los pequeños y sus acompañantes (padres o abuelos) disfrutaban de los libros desplegables, cubos, muñecos, historias contadas por los adultos, otros niños como ellos. 

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