En España, cerca de 9.560 jóvenes con discapacidad están inscritos como demandantes de empleo, enfrentando una alarmante tasa de paro del 45,2%. Esta cifra es más del doble que la media general de personas con discapacidad, situada en un 19,2%, y supera notablemente el 26,5% de desempleo entre los jóvenes sin discapacidad. En el marco del Día Internacional de la Juventud, que se conmemora el 12 de agosto, se ha presentado la décima edición del informe «Jóvenes con discapacidad, motor de futuro», elaborado por el Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo de la Fundación Adecco en colaboración con Wärtsilä.
El estudio, que se basa en una encuesta a 97 jóvenes con discapacidad de entre 18 y 30 años, revela que un 80% de estos jóvenes está actualmente en búsqueda activa de empleo, mientras que solo un 20% ha logrado encontrarlo. Las conclusiones del informe señalan que estos jóvenes enfrentan numerosas dificultades para formarse en áreas de interés y dedicarse profesionalmente a ellas. También se destacan las barreras que persisten en los procesos de selección, las cuales limitan significativamente sus oportunidades laborales.
La participación laboral de las personas jóvenes con discapacidad es especialmente baja, con una tasa de actividad del 21,6%, en comparación con el 35,5% que corresponde a la media general de todas las edades. Dentro de este grupo, el número de demandantes de empleo con discapacidad entre 16 y 24 años representa un 7% del total de solicitantes, lo que indica que su integración en el mercado laboral es un desafío constante.
Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, señala que los jóvenes con discapacidad se enfrentan a una «doble desventaja»: la falta de experiencia y las barreras sociales y empresariales que limitan su acceso al mercado laboral. Según Mesonero, es esencial promover políticas activas de empleo desde edades tempranas y derribar estigmas para facilitar su inclusión laboral.
El informe también destaca una discrepancia entre las aspiraciones y la percepción de viabilidad de los jóvenes con discapacidad. Un 85% de ellos tiene metas profesionales bien definidas, pero casi un 70% siente que no podrá alcanzarlas. Este desánimo se debe, en gran parte, a un entorno que no está adaptado para fomentar su talento. Begoña Bravo, directora de Inclusión de la Fundación Adecco, explica que la falta de apoyo educativo y la interiorización de prejuicios negativos afectan la autoestima y la ambición de estos jóvenes.
A pesar de que muchos de ellos aspiran a carreras en tecnología y atención al cliente, sienten que las barreras en los ámbitos educativo, social y empresarial limitan sus oportunidades. La baja representación de personas con discapacidad en el sistema educativo y en la universidad acentúa esta desigualdad de oportunidades. Solo un 19,2% de las personas con discapacidad logra completar estudios superiores, en comparación con el 39% de sus pares sin discapacidad.
Además, la falta de apoyo y recursos adecuados en el entorno educativo, que se hace evidente en etapas clave, contribuye a la exclusión social y al desempleo en la vida adulta. La encuesta revela que el 55% de los jóvenes con discapacidad no recibió el acompañamiento necesario en su etapa escolar, lo cual tiene un impacto directo en sus trayectorias profesionales.
En el ámbito empresarial, los jóvenes también enfrentan discriminación. Un 57% reporta haber sufrido algún tipo de discriminación durante su búsqueda laboral, lo que refleja la necesidad de un cambio cultural en la percepción y tratamiento de las personas con discapacidad en el entorno laboral. Este panorama enfatiza la urgencia de implementar medidas efectivas que promuevan una inclusión auténtica y sostenible para los jóvenes con discapacidad en España.