La situación en Gaza se ha vuelto cada vez más crítica tras las restricciones impuestas por Israel a la ayuda humanitaria. Desde principios de octubre, la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria (OCHA) ha señalado que el acceso a la gobernación del norte de Gaza es «extremadamente limitado», lo que ha impedido que organizaciones humanitarias ingresen a la zona.
Durante el reciente fin de semana, las autoridades de la ONU no pudieron acceder a esta área, generando preocupación por la situación de los palestinos que aún permanecen allí. OCHA ha instado a Israel a permitir operaciones humanitarias a gran escala para enfrentar las abrumadoras necesidades de la población.
En los últimos días, los equipos humanitarios han realizado entrevistas a cientos de familias desplazadas que se han refugiado en la ciudad de Gaza, muchas de las cuales han llegado de la gobernación del norte. Estos desplazados han buscado refugio en casas abandonadas o clínicas destruidas y, en muchos casos, se encuentran a la intemperie, expuestos a las inclemencias del tiempo. Las condiciones son especialmente alarmantes para aquellos que se han refugiado en escuelas, donde la falta de higiene es crítica, ya que no hay suficientes baños y muchos se ven obligados a hacer sus necesidades donde duermen.
Las necesidades son apremiantes: se requiere atención médica urgente, así como alimentos, mantas, ropa de abrigo y combustible, ya que el invierno se aproxima. A pesar de que Estados Unidos ha instado a Israel a incrementar la ayuda humanitaria a 350 camiones diarios, la realidad muestra que entre el 1 y el 7 de noviembre solo se lograron entrar 480 camiones en total, una cifra que sigue siendo insuficiente para atender a más de dos millones de civiles necesitados.
Además, se ha alertado sobre la posible hambruna en el norte de Gaza, exacerbada por las restricciones de ayuda. El responsable de la UNRWA, Philippe Lazzarini, denunció que Israel ha convertido el hambre en un «arma» al permitir la entrada de menos del 6% de las necesidades diarias de la población. La situación es aún más grave considerando que el 43% de los movimientos de ayuda humanitaria coordinados en septiembre fueron denegados, y un 16% adicional fue obstaculizado.
La imposibilidad de acceder y distribuir ayuda humanitaria ha afectado también a hospitales. Recientemente, una misión de la Organización Mundial de la Salud fue impedida de entregar suministros médicos esenciales a un hospital en el norte de Gaza, poniendo en riesgo la vida de pacientes urgentes. Los trabajadores humanitarios y médicos enfrentan constantes obstáculos y, en algunos casos, amenazas. La situación para los palestinos en la región es desesperante, con un aumento de las detenciones arbitrarias y el maltrato de los ciudadanos, en medio de un creciente clima de violencia y represión.
Mientras tanto, en Cisjordania, las fuerzas de seguridad israelíes han sido acusadas de realizar detenciones masivas y provocar maltratos a palestinos sin justificación aparente durante redadas en campamentos de refugiados. Los informes indican un uso desproporcionado de la fuerza en operaciones que a menudo terminan en abusos y humillaciones.
La comunidad internacional continúa observando con preocupación las crecientes restricciones y la falta de acceso a la ayuda humanitaria, mientras la situación en la Franja de Gaza y en Cisjordania se vuelve cada vez más insostenible.
Fuente: ONU últimas noticias