Una semana después del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas, las tensiones en la región han cobrado una nueva dimensión. Ayer, las fuerzas israelíes bombardearon una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados (UNRWA) que había sido habilitada como albergue en el campo de Nuseirat, en Gaza, resultando en la muerte de cuatro personas y dejando a varias más heridas. Philippe Lazzarini, titular de UNRWA, expresó su preocupación y advirtió sobre la fragilidad del alto el fuego, instando a ambas partes a mantener la calma.
Lazzarini informó que, desde el inicio del conflicto, más de 800 personas han perdido la vida y cerca de 2,600 han sufrido heridas en diversos incidentes que han impactado más de 300 instalaciones de su organización en Gaza. Reiteró su llamado a llevar a cabo investigaciones independientes sobre «flagrantes violaciones del derecho internacional humanitario», subrayando la necesidad urgente de rendición de cuentas.
Por su parte, el portavoz de la ONU en Nueva York también mostró preocupación por la creciente violencia en Gaza y exigió que se cumplan todos los compromisos para proteger a los civiles y evitar acciones que pudieran reanudar las hostilidades. Además, se reiteró la petición del Secretario General de la ONU para la liberación de los restos de todos los rehenes fallecidos.
A pesar de la inestabilidad del alto el fuego, UNRWA trabaja arduamente para restaurar la vida escolar de más de 660,000 niños que no han podido asistir a clases durante más de dos años. La agencia anunció que está ampliando sus operaciones para ofrecer oportunidades de aprendizaje y recreación en Gaza. Mientras tanto, casi 300,000 niños están recibiendo clases básicas de forma remota, gracias a la dedicación de sus docentes.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) también ha comenzado a reactivar las panaderías en Gaza, distribuyendo diariamente miles de paquetes de pan a las familias afectadas. Se estima que el PMA busca ampliar su asistencia alimentaria para alcanzar a 1.6 millones de personas.
En un contexto más amplio de ayuda humanitaria, el coordinador de la ONU para Ayuda de Emergencia anunció una significativa donación de diez millones de dólares australianos destinada a abordar las secuelas psicosociales y de salud mental provocadas por el conflicto, especialmente entre los niños.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la acumulación de desechos en Gaza plantea serios riesgos sanitarios y medioambientales. El Programa para el Desarrollo (PNUD) advirtió que la gestión de residuos se ha vuelto cada vez más difícil, afectando a las comunidades vecinas y incrementando el riesgo de brotes de enfermedades. Jacco Sellers, representante del PNUD en Palestina, enfatizó la necesidad urgente de rehabilitar los puntos de recogida de residuos.
En Cisjordania, la situación es igualmente preocupante con informes de 71 ataques cometidos por colonos contra palestinos entre el 7 y el 13 de octubre, muchos de los cuales han estado relacionados con la recolección de aceitunas. Estos incidentes han implicado agresiones, robos y vandalismo, lo que ha generado un ambiente de tensión y violencia.
Fuente: ONU últimas noticias





