El objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 9, centrado en la ‘Industria, innovación e infraestructura’, subraya la necesidad de construir una infraestructura resiliente y sostenible, al tiempo que promueve una industrialización inclusiva. A su vez, destaca la importancia de la investigación y la innovación para abordar retos sociales, económicos y medioambientales.
Un indicador clave para medir el avance en este ODS es la proporción de transporte de mercancías por ferrocarril e infraestructuras acuáticas interiores en comparación con el total del transporte interno en la Unión Europea. Sin embargo, desde 2012, esta proporción ha mostrado una tendencia a la baja. En 2023, se registró un descenso significativo, alcanzando el 21,9%, la cifra más baja de la serie histórica. Este dato implica una disminución de 4,6 puntos porcentuales en comparación con el máximo de 26,5% logrado hace una década. Como consecuencia directa, el transporte por carretera ha incrementado su cuota en la misma medida.
Las estadísticas revelan una transformación en el transporte de mercancías en Europa, donde la infraestructura tradicional parece estar perdiendo protagonismo frente a la carretera. Esta evolución plantea interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo del sistema logístico del continente y la capacidad de cumplir con los objetivos de desarrollo que priorizan alternativas más sostenibles y eficientes.
El futuro del transporte en la UE dependerá de la capacidad de adaptarse y encontrar soluciones innovadoras que fomenten la utilización de alternativas como el ferrocarril y los caminos acuáticos, claves para reducir la huella de carbono del sector y contribuir a un crecimiento más sostenible.