En un evento celebrado en la sede del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), el Observatorio de Bienestar Digital-Laboral, impulsado por Fraternidad-Muprespa y la Fundación Personas y Empresas (AUREN), dio a conocer su primer informe sobre el impacto de la digitalización en la salud y el bienestar de los trabajadores. Este estudio se basa en datos obtenidos de una encuesta a 565 profesionales de más de 400 empresas y también incluye análisis de dos grupos de enfoque que examinan la materia.
El informe destaca una realidad preocupante caracterizada por la hiperconexión y la presión constante por la inmediatez en el ámbito laboral. Según los datos recopilados, más del 80% de los encuestados sostiene que dedica al menos un 75% de su tiempo laboral a tareas digitales, lo que revela una dependencia notable de las pantallas. Este fenómeno ha llevado a que tres de cada cuatro trabajadores sientan la necesidad de responder rápidamente a correos y mensajes, incluso fuera de su horario laboral, lo que afecta las fronteras entre la vida personal y la profesional.
La multitarea es otra característica destacada, con un 80% de los profesionales admitiendo que realizan múltiples funciones a la vez. Los participantes de los grupos de enfoque subrayan que esta práctica no solo disminuye la calidad del trabajo, sino que también incrementa la fatiga mental y el riesgo de cometer errores. La utilización de aplicaciones de mensajería como WhatsApp en el entorno laboral propicia una fusión entre las esferas personal y profesional, extendiendo la jornada laboral de manera informal.
El informe también subraya la escasa participación de las prácticas de «desconexión activa» entre los trabajadores, ya que solo una cuarta parte mantiene hábitos de recuperación saludables. Además, más del 40% de los encuestados considera insuficiente la capacitación recibida en habilidades digitales. Este déficit se traduce en desigualdades significativas, siendo las mujeres las que reportan mayor carga de riesgos psicosociales debido a la combinación de roles laborales y familiares, mientras que los trabajadores más jóvenes parecen reivindicar con más firmeza su derecho a la desconexión.
El estudio pone de manifiesto la sobrecarga de reuniones virtuales como un factor de desgaste que afecta la cohesión de los equipos. Para abordar estos retos, el informe sugiere un conjunto de diez medidas encaminadas a fomentar una cultura digital sana en el ámbito laboral. Estas medidas incluyen la creación de protocolos de «conducta digital» que comprometan a los directivos, la formación de los empleados en el uso saludable de las redes sociales y la importancia de fomentar pausas activas en la jornada laboral.
Javier Cantera, presidente de la Fundación Personas y Empresas, enfatizó que el bienestar digital es un componente esencial del bienestar en la actualidad, dado que la tecnología está íntimamente ligada a nuestras vidas diarias. Durante el evento, la directora del departamento de Promoción de la Salud y Epidemiología Laboral del INSST, María Jesús Terradillos, afirmó que ninguna organización puede enfrentar en solitario el desafío que representa la transformación digital en relación con la salud mental, destacando la necesidad de establecer alianzas estratégicas.
El informe finaliza con un llamado a no demonizar la tecnología y a promover un avance equilibrado entre la digitalización y el cuidado de las personas, resaltando el poder de la colaboración en la búsqueda de cambios significativos en el entorno laboral.
