El 24% de los españoles reconoce que su carga de trabajo les genera estrés laboral, una cifra que supera la media global y que evidencia la persistencia de la presión en el ámbito laboral a lo largo del año. Esta situación se refleja especialmente en el contexto navideño, un período que, aunque se asocia con el descanso y la convivencia familiar, es también una etapa en la que muchas empresas enfrentan un aumento significativo de la carga emocional y física de sus equipos.
Según el informe Cigna Healthcare International Health Study, un 12% de los trabajadores en España admite que les resulta difícil desconectar al finalizar su jornada laboral, un aumento con respecto al 10% que se registró en 2022. Esta dificultad se ve acentuada en diciembre, cuando se solapan cierres, entregas y compromisos sociales, lo que contribuye a mantener a muchos profesionales conectados mentalmente más allá de su horario de trabajo.
La presión por cumplir objetivos y plazos, junto con la cultura de disponibilidad constante, ha normalizado el estrés en las jornadas laborales de los españoles. De hecho, el estudio revela que el 28% de los trabajadores experimenta estrés de manera frecuente, una cifra que está ligeramente por encima del promedio global del 27%. Además, un 24% percibe que la acumulación constante de tareas y responsabilidades actúa como un factor estresante permanente, impactando negativamente tanto en su salud mental como física.
Amira Bueno, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare España, explica que el estrés puede intensificarse en esta época del año, ya que muchos equipos arrastran meses de trabajo intenso. Destaca la importancia del papel que las empresas deben jugar para mitigar este problema, sugiriendo que crear un ambiente de calma y hacer ajustes en la organización laboral puede ayudar a que los empleados cierren el año con un mayor sentido de equilibrio.
Para contribuir a un final de año más equilibrado y saludable, los expertos de Cigna Healthcare proponen cinco estrategias prácticas. Una sugerencia es realizar un breve “check-in” emocional antes de reuniones clave, lo que permitirá a los miembros del equipo compartir sus sentimientos y fomentar un ambiente de empatía. También se recomienda establecer turnos de correo consciente para que los empleados organicen su jornada a su ritmo, permitiéndoles evitar la constante sobrecarga de mensajes fuera de horario laboral.
Otra iniciativa es gamificar la desconexión, convirtiendo hábitos saludables en desafíos divertidos, como caminar sin el móvil o practicar la meditación durante breves momentos del día. Además, se sugiere que los managers organicen pausas conscientes como sesiones de respiración o estiramientos, que faciliten la desconexión y mejoren la cohesión del equipo, ayudando a combatir la saturación cognitiva y la presión laboral.




