Unas lluvias e inundaciones repentinas sin precedentes han devastado diversas regiones de España, dejando tras de sí un lamentable saldo de más de 150 víctimas mortales y cuantiosas pérdidas económicas. Esta calamidad se enmarca en una serie de desastres relacionados con inundaciones que han afectado a comunidades de todo el mundo, como ha señalado la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La Comunidad Valenciana ha sido la región más afectada por este fenómeno, con registros de precipitaciones que superaron los 300 litros por metro cuadrado en varios localidades. En Chiva, una estación meteorológica reportó 491 litros por metro cuadrado en tan solo ocho horas, una cifra equivalente a lo que normalmente se recibe en todo un año. Esta situación ha generado escenas impactantes, donde se han visto a personas siendo arrastradas por las corrientes de agua. Además, decenas de miles de valencianos han permanecido sin electricidad y el sistema de transporte ha quedado paralizado, lo que llevó al gobierno español a declarar tres días de luto nacional.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), encargada de emitir alertas en España, puso en marcha una serie de notificaciones bajo el Protocolo de Alerta Común, incluidas alertas ámbar y roja por lluvias torrenciales, extendidas tanto en el este como en el suroeste del país. Un evento particularmente notable ocurrió en el aeropuerto de Jerez, que el 30 de octubre registró la cantidad récord de 114,8 mm de lluvia en un solo día.
La OMM trabaja en colaboración con los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales para fortalecer la iniciativa Alerta Temprana para Todos, cuyo objetivo es asegurar que las previsiones meteorológicas precisas y oportunas lleguen a la población para facilitar una respuesta rápida ante emergencias. La OMM ha enfatizado que su misión principal es salvar vidas y medios de subsistencia, lo cual es especialmente relevante en el contexto de las crecientes condiciones meteorológicas extremas asociadas al cambio climático.
Entidades meteorológicas de diferentes partes de Europa también han reportado inundaciones severas a lo largo del año; durante septiembre de 2024, una vasta región de Europa Central sufrió intensas lluvias que rompieron récords históricos. A su vez, el Instituto Meteorológico Noruego ha advertido sobre la llegada de un fenómeno de «río atmosférico» que impactará a los países nórdicos a principios de noviembre.
El cambio climático se ha identificado como un factor clave en la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, las inundaciones y sequías se vuelven cada vez más probables y severas debido a la influencia de la actividad humana en el clima. Este incremento en la temperatura ha acelerado el ciclo hidrológico, haciendo que sea más errático e impredecible.
La situación en España ha sido provocada por un fenómeno meteorológico conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que es común en otoño. Este sistema se produce cuando el aire caliente superficial se encuentra con aire frío de origen polar, creando condiciones propicias para la formación de nubes convectivas y precipitaciones torrenciales. Expertos pronostican que el impacto del cambio climático incrementará la intensidad de estos sistemas, debido al calentamiento de las aguas del mar y la mayor humedad en la atmósfera, lo que eleva el riesgo de eventos de precipitación extrema.
Fuente: ONU últimas noticias