Hidrógeno verde: el gran reto energético

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La industria busca nuevas fuentes de energía que sean más limpias y respetuosas con el medio ambiente. En este sentido, el hidrógeno verde está llamado a ser el combustible de la descarbonización en los próximos 10 o 15 años. El hidrógeno verde se posiciona como uno de los principales vectores energéticos del futuro, en gran medida debido a que su producción y consumo es neutral climáticamente, no genera emisiones contaminantes y permite la producción local sin depender de terceros países.

El hidrógeno verde (H2V) está llamado a ser el combustible de la descarbonización en los próximos 10 ó 15 años y España tiene una oportunidad histórica para liderar en Europa esta revolucionaria energía renovable. Una oportunidad por la que apuestan fuertemente empresas con una visión clara, como Rolwind, que ya en 2020 inició en Andalucía dos ambiciosos proyectos de H2V enfocados a la industria. La implantación de este nuevo vector energético, 100% limpio, es otra de las metas de Rolwind

Adicionalmente el hidrógeno, utilizado principalmente como un componente de procesos industriales como el refino del petróleo o los fertilizantes, se abre ahora como una nueva energía donde ya es una realidad su aplicación en energía y climatización de viviendas, como combustible de vehículos ligeros y pesados de motor eléctrico pero con autonomías superiores a los 600 km y tiempos de carga de escasos minutos, para pasar a motores eléctricos los trenes cuyas líneas no están electrificadas y requieren el uso de máquinas diésel para su servicio, para barcos, aviones y un sinfín de nuevas aplicaciones.

El H2V es, por tanto, una opción real para reducir las emisiones en sectores como el energético, industrial, movilidad e incluso en el sector residencial.

Los recientes compromisos de la Comisión Europea de ayudas, por valor de varios millardos, vinculadas al desarrollo e implantación de Proyectos de Interés Común Europeo (PIICE) de H2V, así como el nuevo Plan de Seguridad Energética, recientemente aprobado por el Gobierno de España, que viene a reforzar las medidas impulsoras del H2V publicadas estos últimos años, dejan clara la estrategia de Europa y, específicamente, de España de querer liderar este nuevo vector energético.

En la reciente reunión del COP27, los gobiernos de los países que suman más de la mitad del PIB mundial han acordado un plan de acción —a un año vista— para acelerar la descarbonización incluyendo el aumento de la producción de H2V, abriéndose la batalla por el liderazgo con el anuncio del presidente de EE.UU. de proporcionar ayudas un 275% superiores que en la UE para hacer que su H2V sea más competitivo que el europeo, lo que ratifica su importancia estratégica.

Como señalan los expertos de Rolwind, ya se está trabajando en proyectos de plantas de producción de H2V destinados sus distintas aplicaciones: industria, movilidad tanto pesada como de última milla y vehículos ligeros, así como en proyectos de almacenamiento, inyección en las redes de gas natural y su aprovechamiento para la exportación a terceros países. De hecho, los proyectos de H2V que Rolwind está desarrollando en la actualidad en el Polo Químico de Huelva y Campo de Gibraltar en Cádiz (uno de los mayores proyectos de H2V en España) están precisamente enfocados a la industria. En la movilidad, donde el H2V tiene un largo recorrido, Rolwind ha enfocado otra de sus apuestas de futuro preparando el camino para el gran reto en los próximos años, mediante desarrollos sostenibles en la aplicación tanto de energías renovables propias como de los recursos hídricos necesarios.

En definitiva, la carrera por el hidrógeno verde ha comenzado y empresas pioneras, como Rolwind, estarán perfectamente preparadas para afrontar el desafío con solvencia, con experiencia y con visión de futuro.

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