El Real Madrid parece que ha lanzado la caña y quiere pescar dos peces gordos de la «Pampa». El primero parecía que iba a ser Gago (que ayer jugó desastrosamente ante Estudiantes), pero al de Boca se le adelantó uno de River: Higuaín. Un delantero muy habilidoso, que se caracteriza por marcar goles de bella factura. Quizás su punto débil sea el físico; ya que no rebosa ni corpulencia y suele ser algo irregular debido a que carece de un buen fondo físico.
No es torero, como algunos periodistas nos lo quieren vender. Es un buen jugador, con todo el futuro por delante para convertirse en un jugador determinante de nuestra liga, pero todavía no ha demostrado nada. Los «sólo» 12 millones de euros que ha costado el traspaso, ha planteado muchas dudas a los más escépticos sobre si merece la pena su fichaje. Sobre todo teniendo en cuenta los 23 millones que pagó el Atleti en verano por el «Kun» Agüero.
«El Pipita» (su apodo futbolístico) viene con pasaporte francés y no ocupará plaza de extranjero. Se incorporará a la disciplina blanca en Enero, y tendrá que luchar duro y mucho para ponerse en forma, pero sobre todo para encontrar un hueco en el once de Fabio Capello. Primero; porque Van Nistelrooy es uno de los máximos goleadores de la liga, y Ronaldo está reencontrándose a sí mismo. Segundo; porque a mi juicio no encaja en el dibujo táctico de Capello, ni con su filosofía de sacrificio.
Quizás, haya sido un fichaje de futuro, o apresurado, para acallar algunas críticas. O bien, simplemente para demostrar el poderío (económico) de una entidad que lleva tres años «sin mojar». Pero bien que pasea sus billetitos…