Hay 30% más riesgo de sufrir accidentes si conducimos con alergia

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El fin de semana pasado entramos en primavera, la estación con más colores del año, pero también la más propicia para la aparición de alergias. Y si bien el uso de mascarillas por el coronavirus reduce los síntomas, la afección sigue teniendo variadas consecuencias para aquellos que la padecen. El comparador de seguros de coche Acierto.com analizó, entre otros, cómo afecta conducir con alergias.

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Concretamente, y de acuerdo a los datos que maneja la plataforma, conducir con alergia puede incrementar en un 30% las posibilidades de sufrir accidentes durante la marcha. Incluso, hasta el 75% de los alérgicos reconocen que la alergia merma sus capacidades para conducir. Los motivos para esto son muy diversos.

Por ejemplo, tal y como apunta el comparador, sufrir un pico de alergia al volante con los típicos estornudos en cadena, ojos llorosos y moqueo reduce la atención sobre la carretera. Una secuencia de estornudos de cinco segundos equivale a recorrer 140 metros sin ver nada –circulando a 90 kilómetros por hora-. La distancia puede ser incluso mayor si tenemos en cuenta los momentos previos al estornudo, durante la sensación de picor. Además, después hay un lapso de tiempo hasta que recuperamos la atención sobre la carretera de forma total.

“La irritación y lagrimeo”, apuntan desde Acierto.com, “es el síntoma de mayor riesgo, pues aumenta la sensibilidad a las luces y al sol, y la sensación de fatiga”. En definitiva: afecta a la visión, uno de los sentidos más importantes al volante.

El uso incorrecto de los medicamentos

Pese a las consecuencias, solamente el 20% e los alérgicos esta siendo o ha sido tratado alguna vez por un médico. El resto no se trata o se médica de forma autónoma. Sin embargo, un abordaje correcto es fundamental para reducir los efectos de esta dolencia. Tal es así, que se estima que el 10% de los accidentes de tráfico se producen por un consumo erróneo de medicamentos que alteran nuestra capacidad de conducir.

En relación directa con esto, no hay que perder de vista cómo afectan algunos de los medicamentos más comunes contra la alergia la conducción. Algunos ocasionan somnolencia, mareos o incluso pérdida del apetito –y esto en consecuencia puede afectar nuestro comportamiento al volante-.

Datos preocupantes si tenemos en cuenta que el 30% de la población padece algún tipo de alergia, y que cada año más de un millón de personas acude por primera vez a la consulta de un especialista. Los expertos también indican que para el año 2050 el 50% de la población adulta estará afectada por rinitis alérgica. El causante principal de esta afección es el polen, fundamentalmente a las gramíneas.

Cómo reducir los síntomas de la alergia dentro del coche

Afortunadamente, existen algunas medidas que nos pueden ayudar a reducir los síntomas de alergia durante la conducción. Un ejemplo, mantener las ventanillas cerradas, y de ser posible, usar filtros para el aire acondicionado, y cambiarlos con la frecuencia indicada. En términos generales, la limpieza del vehículo es imprescindible, ya que el polvo contiene ácaros que pueden desencadenar alergias.

Las gafas de sol también ayudarán a reducir el lagrimeo, sobre todo si sufrimos hipersensibilidad al sol. Y, si vamos a emprender un trayecto largo, es recomendable cambiarse la ropa –sobre todo si hemos estado en el exterior– y lavarse la cara y los ojos antes de salir. También evitar conducir por zonas húmedas o con mucha vegetación (en la medida de lo posible) con el fin de que el polen no se acumule.

Tampoco se recomienda la automedicación: lo mejor será acudir a un profesional específico. Un punto en el que contar con un seguro de salud puede resultar de gran ayuda, pues no solo nos permitirá recurrir a la ayuda de un alergólogo, sino también a la de otros especialistas relacionados con esta afección. Estamos hablando de expertos en dermatología, inmunología y otras áreas.

“Evitar el consumo de alcohol durante estos días es todavía más importante si cabe”, apuntan desde el comparador Acierto.com. “Y es que beber puede potenciar los efectos adversos de algunos medicamentos indicados para la alergia. Los más frecuentes son la reducción de los reflejos y la somnolencia”.

Intentar no conducir al amanecer o el anochecer, cuando las concentraciones de polen en el ambiente son más altas; y revisar los niveles de polen a través de la web de la Red Española de Alergología o apps específicas son otros puntos recomendables. Así como no fumar en el interior del vehículo para no agravar el cuadro clínico.

Más allá de la conducción cabe comentar que los alérgicos también ven afectadas otras facetas de su día a día. Por ejemplo, la mitad de los alérgicos sufre alteraciones del sueño, y hasta 2 de cada 5 de los que tienen rinitis, experimentan somnolencia diurna. Algo que interfiere a la hora de hacer deporte, trabajar, etcétera.