Gaza enfrenta un colapso humanitario total, con condiciones que desafían cualquier descripción, según Tom Fletcher, secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios. En su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, destacó que más de 5800 niños en la región fueron diagnosticados con desnutrición aguda, marcando un récord desde que inició el conflicto. La situación es tan crítica que recientemente mujeres y niños han muerto mientras aguardaban ayuda alimentaria.
El sistema de salud en Gaza está al borde de la inoperatividad, con solo 17 de sus 36 hospitales funcionando de manera parcial. Alrededor del 70% de las medicinas esenciales se han agotado, y los recién nacidos deben compartir incubadoras debido a la falta de recursos. La crisis se extiende al acceso al agua y saneamiento, donde cuatro de cada cinco instalaciones son inaccesibles debido a la militarización o el desplazamiento forzado.
Fletcher denunció la obstrucción sistemática de la ayuda humanitaria, mencionando que la reciente entrada de combustible es insuficiente para mantener los servicios vitales. La burocracia y los obstáculos logísticos complican aún más la situación, haciendo que incluso los suministros básicos enfrenten múltiples capas de inspección antes de llegar a Gaza.
La violencia en Cisjordania también ha aumentado, con un promedio de cuatro ataques diarios de colonos israelíes contra palestinos. En este contexto, Fletcher enfatizó la obligación de Israel, como potencia ocupante, de garantizar alimentación y atención médica a los civiles, algo que actualmente no se está cumpliendo, resultando en desplazamientos forzosos y muertes.
Asimismo, Fletcher criticó las restricciones impuestas a los trabajadores humanitarios, quienes enfrentan la negación de visas en represalia por sus informes. Este año, el 56% de las solicitudes de entrada para equipos médicos han sido rechazadas, y las visas se otorgan a cambio de silencio sobre la situación.
Ante este panorama, se citó un ministro israelí que calificó de «desastrosa» la autorización del ingreso de ayuda, mientras otro insinuó la justificación de una hambruna hasta que se liberen rehenes. Fletcher apuntó que utilizar la inanición como método de guerra es un crimen de guerra, al tiempo que reprobó las propuestas de traslado forzado de palestinos a lo que se denominó una «ciudad humanitaria».
La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, también instó al Consejo de Seguridad a reconocer la «catástrofe humana sin precedentes» que enfrenta la niñez en Gaza, recordando que más de 50,000 niños han sido asesinados o heridos desde el inicio de la guerra.
Russell denunció que la ayuda humanitaria que llega es mínima, describiéndola como «una gota en un océano de necesidades», y pidió un alto el fuego inmediato, el fin de los ataques a civiles y la suspensión del flujo de armas hacia todos los actores del conflicto, enfatizando que el mundo será juzgado por su respuesta ante esta crisis.
Fuente: ONU últimas noticias