El aumento de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, según el jefe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ajith Sunghay, quien realizó una visita a la región. En su informe, Sunghay subrayó que el panorama de hambruna se ha vuelto más palpable que nunca, con la ley y el orden colapsando y saqueos generalizados convirtiéndose en una realidad cotidiana. La situación se agrava con los continuos bombardeos israelíes, que han dejado a la población atrapada entre la muerte por hambre, enfermedades y ataques aéreos.
Durante su estancia, el funcionario pudo observar una lucha desgarradora por la supervivencia, con mujeres y niños buscando entre los vertederos en un intento por encontrar recursos para subsistir. La creciente prevalencia del hambre es particularmente alarmante, ya que los mercados han desaparecido y las restricciones impuestas por Israel a la ayuda humanitaria han intensificado la crisis. Sunghay enfatizó la necesidad urgente de una asistencia humanitaria masiva y la obligación de las autoridades israelíes de facilitar su entrega.
La violencia ha alcanzado un punto crítico, donde adquirir alimentos básicos se ha vuelto una batalla peligrosa. El clima de anarquía ha llevado a asesinatos de personas que intentaban comprar alimentos, como el pan, mientras los precios de los pocos productos restantes se disparan. Sunghay advirtió que estos incidentes son solo una muestra de la descomposición del orden social en Gaza, una situación que podría haberse prevenido.
Con la llegada del invierno, las condiciones de vida se vuelven cada vez más inhumanas. Miles de personas que han sido desplazadas se ven obligadas a buscar refugio en lugares inadecuados, como edificios dañados o campamentos improvisados. En este contexto, la desesperación es palpable; muchas mujeres han perdido a familiares y claman por un alto el fuego. La crisis afecta a todos los sectores, incluso a los pescadores, quienes, a pesar de los riesgos de ser atacados por la marina israelí, intentan salir al mar en busca de sustento.
El desasosiego de la población palestina se torna cada vez más evidente, con sentimientos de enojo, frustración y desesperanza predominando entre los jóvenes que ya no ven futuro en la Franja de Gaza. La magnitud del sufrimiento que enfrentan es tal que, según Sunghay, es fundamental ver la situación para comprender su verdadera gravedad.
Por último, la UNRWA ha declarado que los bombardeos en Gaza son los más intensos contra civiles desde la Segunda Guerra Mundial, recordando al mundo que la crisis de los refugiados palestinos sigue siendo la más larga y no resuelta en la historia moderna. La comunidad internacional enfrenta la urgente necesidad de actuar y poner fin a esta calamidad humanitaria.
Fuente: ONU últimas noticias