El Secretario General de la ONU, António Guterres, y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, han expresado su firme rechazo a los recientes bombardeos llevados a cabo por Israel en la Franja de Gaza, que, según informes del Ministerio de Salud en la región, han ocasionado más de 400 muertes entre los palestinos y cientos de heridos. En una conferencia de prensa, Guterres manifestó su profunda conmoción y urgió el respeto a un alto el fuego, el restablecimiento ininterrumpido de la ayuda humanitaria y la liberación de los rehenes aún en manos de los grupos armados.
Türk, por su parte, condenó los ataques israelíes, describiéndolos como una escalada de una tragedia que ya estaba en curso y insistiendo en que la violencia no ofrece solución alguna a la crisis. Hizo un llamado a Israel para que cese sus operaciones militares y destacó que el sufrimiento de los palestinos, que atraviesan condiciones desesperadas, solo se vería agravado.
La represión de la violencia ha sido particularmente devastadora, con el Comisionado General de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, alertando sobre las «terribles escenas de civiles muertos, incluyendo niños», tras los intensos ataques. Lazzarini enfatizó la necesidad urgente de restaurar el alto el fuego y advirtió que el retorno a la guerra solo llevará a un aumento de la desesperación en la población civil.
El cierre de la entrada a Gaza a la ayuda humanitaria tras la conclusión del alto el fuego, acordado entre Israel y Hamas, ha exacerbado la situación. Desde el 2 de marzo, la Franja de Gaza no ha recibido suministros vitales, lo que ha aumentado el hambre y la desolación entre sus habitantes. En el Consejo de Seguridad de la ONU, se admitió que las peores preocupaciones sobre la situación de la población se habían vuelto realidad, con nuevos bombardeos y emanaciones de órdenes de evacuación.
El coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Tom Fletcher, hizo un llamado urgente para permitir el ingreso de ayuda humanitaria y comercial a Gaza, así como un retorno al alto el fuego. Informó que 95 palestinos, incluidos 17 niños, han muerto en Cisjordania desde el comienzo del año debido a operaciones militares israelíes, que han incluido el despliegue de tanques por primera vez en dos décadas. Esto ha desplazado a miles de personas y ha destruido infraestructura civil.
Fletcher advirtió del desastre humanitario en crecimiento que enfrentan los 2,1 millones de habitantes de Gaza y citó la grave falta de recursos esenciales como alimentos y agua potable, exacerbada por la interrupción del suministro eléctrico. La situación se considera insostenible, con un 4% de la respuesta humanitaria necesaria actualmente financiada.
El embajador de Argelia ante la ONU, Amar Bendjama, denunció el cierre de Gaza como un crimen de guerra y un intento deliberado de debilitar la resiliencia del pueblo palestino. En el foro internacional, sus críticas resaltan la falta de acción del Consejo de Seguridad ante lo que él calificó de «castigo colectivo» al pueblo de Gaza.
Por último, la embajadora de Estados Unidos en funciones, Dorothy Shea, manifestó el apoyo de su país a Israel, señalando a Hamas como responsable del retorno a los bombardeos, argumentando que esta organización utilizó a la población civil como escudo humano. Shea afirmó que los ataques israelíes se concentran en posiciones de Hamas, a quienes acusó de usar infraestructura civil para sus operaciones. La situación en la región, marcada por ciclos de violencia y sufrimiento humano, continúa siendo de gran preocupación internacional.
Fuente: ONU últimas noticias