El Villareal consiguió una victoria que vale su peso en oro, porque jugaba en un campo complicado como es el del Bayern Leverkussen, segundo clasificado de la Bundesliga, y encima la táctica le salió perfecta al entrenador Juan Carlos Garrido, ya que puso en el campo al equipo B y en el segundo tiempo metió las puntas de lanza, Cazorla y Nilmar, que fueron claves para darle la victoria por 2-3.
Garrido quiso probar a jugadores que han dado buen rendimiento entrando en los segundos tiempos como Marco Rubén y probar a otros jugadores, como el fichaje de invierno el ghanés Mubarak Wakaso, que salió con unas revuoluciones de más y pudo ser expulsado, pero que realizó un gran desgaste hasta que fue sustituido.
En el segundo tiempo las cosas se pusieron muy de cara, gracias al gol marcado por el brasileño Nilmar, aunque los amarillos no pudieron aguantar mucho tiempo la entaja en el marcador, eso sí, a pesar del empate del Bayer, el Villareal buscó la portería rival. Con un juego más nervioso, el Villareal sufrió en defensa, pero los balones que llegaron a Borja Valero fueron claves para temporizar el tiempo y llegar a la portería rival, hasta que en el tiempo de descuento, el delantero brasileño bajó un balón de las nubes y encaró al meta alemán, batiéndole por debajo de las piernas y consiguiendo el definitivo 2-3.
Así que a Garrido le salió la jugada perfecta, porque rotó a sus jugadores claves y consiguió una victoria que prácticamente le pone en cuartos de final.