Finalmente, y sobre el cierre del mercado de pases, el Real Madrid ha presentado oficialmente a su nuevo galáctico, Gareth Bale, en una ceremonia llevada a cabo por el Presidente del club al mejor estilo Florentino Pérez, a la que asistieron más de 150 medios de comunicación procedentes de los cinco continentes, y en la que el galés recibió el dorsal 11 del equipo, además de pisar por primera vez el césped del Bernabéu con estos colores.
Una de las curiosidades del evento fue, sin dudas, que Bale se atrevió con el español y no lo hizo nada mal, indicando en su nuevo idioma “Hola, es un sueño para mí jugar para el Real Madrid. Gracias por esta acogida y ¡hala Madrid!”, lo que recibió muy bien el público. Un público que pedía para que Ozil no sea vendido al Arsenal, cuando ya se anticipaba lo que se terminó confirmando en las últimas horas.
Otro elemento llamativo es que más allá del trillado sueño de niño que se les cumple a todos los jugadores cuando realizan traspasos de esta magnitud, en este caso sí había al menos una prueba: una foto del flamante fichaje del Real Madrid, ataviado con una camiseta del club blanco de 1996, cuando apenas tenía siete años de edad.
Polémica por la cifra
Otra de las cuestiones a analizarse en torno al fichaje de Bale es sin dudas la cifra que el Real Madrid ha pagado por él, y que si bien para la cifra española es de 91 millones de euros, todos los medios británicos y europeos señalan en torno a los 86 millones de libras, es decir, 101 millones de euros, así que sería el futbolista más caro del mundo.
Evidentemente, la intención de Florentino Pérez ha sido la de no poner en discusión lo pagado por Bale en momentos en los que está abordando la renovación de Cristiano Ronaldo, quien en su momento costó 94 millones de euros al propio Presidente cuando lo fichó procedente del Manchester United.
