Irlanda cosechó un gran empate ante Francia para impedir a los bleus conseguir el Grand Slam (ganar todos los partidos) de esta edición del VI Naciones. No obstante, aún tiene posibilidades de proclamarse campeón.
82.000 espectadores se dieron cita en el Stade de France de Saint-Denis para ver el partido aplazado de la segunda jornada a causa de una helada. Los irlandeses plantaron cara con un juego muy agresivo, y vistoso, encabezado por un sensacional Bowe. Tras irse al descanso con una desventaja en el marcador más que significativa (6-17), Francia se puso las pilas y le tocó remontar el partido ante su público para mantener las opciones a alzarse con el trofeo.
El próximo partido es nada más y nada menos que contra Inglaterra (balance de dos victorias y una derrota), partirán con ventaja ya que el encuentro se disputará en tierras parisinas. El técnico francés, Saint-André, ya aviso que su principal problema es que salen “dormidos” al principio del encuentro. Prueba de ello tenemos que el primer ensayo llegó fruto de un error de Rougerie para que Bowe anotara ensayo.
Con un 6-17 se llegaba al descanso. Se mascaba la tragedia para los galos, pero el novato Fofana fue el encargado de echarse el equipo a la espalda y resurgieron como el ave fénix de sus propias cenizas. Beauxis intentó anotar el drop pero no fue posible y el encuentro terminó con empate a 17.
El próximo domingo se medirán contra Inglaterra, partido clave si quieren seguir manteniendo opciones para ganar el campeonato. Gales es la única selección que aún puede optar al Grand Slam, Italia y Escocia optan a la cuchara de madera (perder todos los partidos).