Fiat es una de las marcas que llevan bastante tiempo en el mercado automotriz, sin embargo y a pesar de haber tenido varios éxitos en distintas épocas con uno de los famosos e incluso hoy en día han sido producto de renovaciones y siguen causando sensación, la regla general de esta fábrica italiana es que sus diseños suelen ser un poco monótonos y sólo de vez en cuando sorprenden con ciertas y determinadas facciones fuera de lo común, el modelo croma no es precisamente un exponente de la innovación, sino más bien de la elaboración de un concepto que obedece al año 2005 a la búsqueda de un compacto de buenas prestaciones, pero de un diseño poco arriesgado.
Y es que precisamente del análisis que se puede hacer de sus focos delanteros, se podría decir que más allá de estos observarse grandes y notorios, no ofrecen absolutamente nada más en cuanto a la estética que podrían o deberían entregar a un modelo que urgentemente necesita una personalidad. Si bien es cierto existen dos líneas que delimitan y delimitan el diseño del capó, la parrilla que se le incorpora justo abajo entre ambos focos es la tradicional con un sello corporativo que no dice absolutamente nada, fuera de todo eso el paragolpes delantero no posee un diseño llamativo, a pesar de que tiene el porte y el ancho necesario como para haberse trabajado un poco mejo
Analizando el modelo desde una perspectiva lateral, concluimos que efectivamente los arcos de rueda no son notorios y eso es uno de los aciertos de la empresa Fiat, por cuanto el modelo en sí no era un buen exponente de unos arcos de rueda desplazados y es que precisamente el coche se puede verificar como un concepto pequeño y falto de volúmenes por lo que con un ensanche de carrocería no habría lucido para nada bien. Quizás lo más llamativo sean las llantas que se le han incorporado por cuanto tienen un aspecto bastante deportivo, pero no sólo de llantas vive un coche sino también del diseño general que se ofrece. No es uno de los modelos afortunados de Fiat.