Federer tenía en el US Open una cuenta pendiente, porque quedarse sin ganar un Grand Slam en el 2008 hubiese sido un golpe moral muy fuerte, pero lejos de eso el suizo ha sacado su casta y su mejor tenis para ganar su duodécimo grande, y quinto US Open consecutivo.
La final era una sorpresa, ya que Andy Murray había conseguido derrotar a Rafa Nadal en las semifinales, pero era una incógnita su nivel, no se sabía si podía rendir como ese partido o por otra parte los nervios de estar en la primera gran final le iba a pesar, aunque ninguna de estas dudas se han resuelto, porque entre otras cosas Roger Federer ha sido mejor en todo momento.
El encuentro duró un total de una hora y cincuenta minutos, y se disputaron tres sets, 6-2, 7-5 y 6-2, para que Federer volviera a salir en la foto con el trofeo, y de paso entrar a la historia de este torneo.