El ciclista suizo Fabian Cancellara ha vuelto a demostrar que esta temporada va a ganar todas las clásicas que quiera, porque está en un estado de forma envidiable y demasiado potente para sus rivales, y es que no está ganando por reservar fuerzas, sino todo lo contrario, el suizo arriesga, ataca de lejos, se marcha y mantiene las distancias con respecto a sus rivales, y la estrategia no le puede salir mejor porque ganó hace una semana en el Tour de Flandes y hoy en la clásica París-Roubaix.
Después del Tour de Flandes, Fabian Cancellara tenía que volver a sorprender a sus rivales, y a falta de 50 kilómetros decidió hacer una contrarreloj individual ante todos, que se quedaron mirando y lo pagaron caro. Tom Boonen intentó todo para alcanzar al suizo, y es que soñaba con sumar su cuarta victoria en el París-Robauix, pero sus esfuerzos fueron en vano, incluso no acabó en el podio de honor.
El suizo le dio tiempo a celebrar su victoria, porque el grupo formado por Boonen, Flecha, Hushovd, Pozzato, Hammond y Leukemans iban peleándose y atacándose sin trabajar en grupo. En el sprint de este grupo Hushovd quedó en segunda posición por delante de José Antonio Flecha, el español del Sky hizo una gran clásica y tuvo un buen premio.