Con la llegada del otoño, muchas personas piensan que es momento de guardar las herramientas de jardinería y esperar a la primavera para volver a plantar. Sin embargo, esta estación es ideal para propagar arbustos a través de esquejes, una práctica sencilla y económica que embellecerá el jardín sin necesidad de invertir grandes sumas de dinero. Aquí presentamos cuatro magníficos arbustos que pueden multiplicarse con éxito durante esta época del año, transformando cualquier espacio exterior en un refugio verde.
El primer candidato ideal para el esquejado otoñal es la lavanda. Este arbusto, conocido por su fragancia distintiva y flores de un vibrante color lila, no solo es resistente sino que también atrae a polinizadores como abejas y mariposas, beneficiando todo el ecosistema del jardín. Para esquejar la lavanda, es recomendable elegir tallos no floridos de ese año, cortarlos y plantarlos en un sustrato arenoso y bien drenado. En pocas semanas, con los cuidados adecuados, comenzarán a desarrollar raíces.
Otro arbusto que brilla en este proceso es el boj. Popular por su capacidad de ser recortado y moldeado en setos y figuras, es perfectamente adecuado para la propagación por esquejes en otoño. Los esquejes de boj se toman típicamente de nuevos brotes verdes y se plantan en un medio que mantenga cierta humedad pero evite el encharcamiento. Con el tiempo, la paciencia dará sus frutos, y las plantas nuevas prosperarán para ser podadas a gusto del jardinero.
El tercer protagonista en esta lista es el viburnum, un arbusto que puede ofrecer tanto flores espectaculares en primavera como bayas en otoño, según la variedad. Sus esquejes son fáciles de tratar, y el mejor momento para cortarlos es a finales de verano o principios de otoño. El proceso consiste en tomar brotes semi-maduros, retirar las hojas inferiores y colocarlos en una mezcla de turba y arena que facilite el desarrollo de nuevas raíces.
Por último, no se puede dejar de mencionar al cornejo (Cornus), un arbusto apreciado por su follaje otoñal colorido y sus tallos rojos que agregan interés visual incluso durante el invierno. Al igual que los anteriores, los esquejes deben seleccionarse de brotes jóvenes de ese año. Una vez plantados en el sustrato adecuado y mantenidos bajo condiciones de humedad controlada, el cornejo está listo para expandir su presencia en el jardín.
Propagar estos arbustos mediante esquejes no solo es un método amigable con el bolsillo, sino que también ofrece la satisfacción de multiplicar las plantas favoritas y promover la biodiversidad del entorno. Este otoño, la jardinería se traduce en expansión, reciclaje y nuevas oportunidades para un jardín vibrante durante todo el año.
