Partido que puede tener muchas lecturas, pero nos vamos a quedar con todas las buenas, de primera que el equipo de los teóricos suplentes consiguio la victoria, que Cazorla demuestra una vez más que sirve para revolucionar el partido, y se está ganando a pulso ser el jugador número 12 del combinado español y por último, que se sabe remontar, porque hoy Grecia se puso por delante y acabó perdiendo.
El problema estuvo en que el partido tuvo 60 minutos para olvidar, y es que fue el tiempo que tardó los hombre de Luis a poner una marcha más al encuentro y comenzar a jugar un poco más, hasta el punto que acabó encerrando a una Grecia que le faltó aire en el último cuarto de hora, ya que sus jugadores no podían bajar.
Antes de la reacción roja, cuando el primer tiempo llegaba a su fín, llegó el jarro de agua fría en la cabeza de Charisteas, que fue el único jugador griego que puso el peligro en la portería española, ya que en el segundo tiempo mandó un balón al palo cuando Reina estaba batido.
En el segundo tiempo Cesc se inventó un pase a la cabeza de Güiza que se lo dejó de cara a Rubén De La Red, y éste conforme venía le espolsó un zapatazo que nada pudo hace Nikopolidis, y eso que tocó el esférico, y con el gol llegaron los mejores minutos de España, que se pudo adelantar varias veces, pero ni el delantero sevillano, ni Xabi Alonso, que mandó un trallazo al palo ni Segio García encontraban puerta, hasta que éste último colocó un balón al área pequeña y el delantero del Mallorca cabeceaba a la red, poniendo el delirio en las gradas y en los jugadores.
Ahora, después del trámite, toca derrotar el domingo a Italia, y romper con el gafe que nos persigue desde el 84.
