Los 14 años de conflicto armado en Siria han precipitado la mayor crisis de desplazamiento a nivel global, afectando a más de 14 millones de personas, de las cuales más de la mitad siguen viviendo lejos de sus hogares. La caída del gobierno de Bashar Al-Assad a inicios de diciembre pasado ha generado un aumento en el retorno de la población desplazada a sus localidades de origen, aunque el panorama que encuentran es desolador, marcado por la destrucción y la falta de recursos.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y diversas organizaciones asociadas están proporcionando asistencia a quienes regresan a sus comunidades, lo que incluye transporte, ayuda legal y apoyo para reparar viviendas dañadas, así como el suministro de colchones, mantas y ropa de invierno. Celine Schmitt, asesora de comunicaciones de ACNUR, subrayó que la guerra ha devastado la economía y la infraestructura del país, dejando al 90% de la población dependiente de la ayuda humanitaria. Schmitt instó a la comunidad internacional a prestar su apoyo a la población desplazada, permitiendo así la reconstrucción del país.
Se requieren urgentemente 170 millones de dólares para asistencia inmediata a las personas afectadas, mientras que ACNUR ha recibido menos del 10% de los fondos necesarios. La representante de ACNUR también apeló a flexibilizar las sanciones internacionales contra Siria para facilitar la acción humanitaria.
En el contexto del retorno, se estima que cerca de 600,000 desplazados internos que actualmente residen en campamentos en el noroeste de Siria tienen la intención de regresar a sus áreas de origen en el próximo medio año. Sin embargo, el desafío que enfrentan es considerable: requieren empleo, viviendas, educación y servicios básicos como electricidad y agua potable. Además, la labor de desminado es crucial debido al riesgo que suponen las minas antipersona en varias regiones del país.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha informado que Siria continúa enfrentando una crisis humanitaria grave, destacando que uno de cada cinco desplazados vive en condiciones precarias, en tiendas de campaña o refugios improvisados. En cuanto a la situación de las armas químicas, el Consejo de Seguridad de la ONU ha discutido la eliminación de este tipo de armamento en Siria, enfatizando la necesidad de resolver las cuestiones pendientes sobre el programa de armas químicas del país.
A pesar de los desafíos, hay una ligera esperanza en la nueva apertura por parte de las autoridades sirias para colaborar con la comunidad internacional en la desactivación del programa de armas químicas y en la recuperación del país. La alta representante para Asuntos de Desarme ha reiterado que se requiere un fuerte apoyo y recursos adicionales de la comunidad mundial para abordar estos asuntos críticos que impactan no solo a Siria, sino también a la estabilidad de la región y del mundo.
Fuente: ONU últimas noticias
