La situación en Sudán, y en particular en la región de Darfur, sigue siendo crítica debido al conflicto que ha desplazado a cientos de miles de personas y ha generado una grave crisis humanitaria. Jocelyn Elizabeth Knight, oficial de Protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, relató testimonios escalofriantes de personas que han huido de los campos de desplazados, donde son amenazados por hombres armados. Un niño en un refugio compartió su miedo de dormir por las noches, reflejando el trauma que viven innumerables menores en la zona.
En Darfur, muchas de estas personas se encuentran hacinadas en edificios públicos abandonados, sin acceso a agua potable ni condiciones básicas de saneamiento. ACNUR ha alertado sobre nuevos desplazamientos y ataques a civiles en comunidades que ya han sufrido atrocidades indescriptibles. Desde el inicio del conflicto hace más de dos años, el acceso humanitario ha disminuido y se ha dificultado la entrega de ayuda, lo que agrava la situación. Las lluvias estacionales complicarán aún más las operaciones de asistencia, al hacer que muchas rutas sean intransitables durante meses. La inseguridad también ha impedido la agricultura, lo que se suma a la escasez de alimentos en zonas con riesgo de hambruna.
Más de 873.000 sudaneses han buscado refugio en Chad, un país que ahora alberga a uno de cada tres habitantes en su este como refugiados. Los desafíos se ven incrementados por un brote de cólera que ya ha afectado a casi todos los estados sudaneses, según informes de la Organización Mundial de la Salud. Se han reportado cerca de 100.000 casos desde julio, lo que plantea un riesgo inminente en un sistema sanitario ya debilitado por el conflicto.
En Chad, específicamente en el asentamiento de Dougui, se han identificado también casos de cólera entre los desplazados, lo que pone de manifiesto la urgencia de acciones que mejoren el acceso a tratamiento médico, agua limpia y condiciones de higiene. Por ello, ACNUR ha decidido suspender temporalmente los traslados de refugiados desde los puntos fronterizos y ha solicitado 130 millones de dólares para asistir a las personas en Darfur y reubicar a los refugiados en Chad.
Además, la amenaza de municiones sin explotar se suma a la crisis. El Servicio de Acción contra Minas de la ONU ha confirmado que estos restos explosivos están causando graves daños a civiles en áreas densamente pobladas. Recientemente, se han identificado campos minados en Jartum, lo que pone en riesgo aún más la vida de la población en un conflicto que parece no encontrar solución a corto plazo.
Fuente: ONU últimas noticias