No fue un gran primer tiempo para los dos equipos, pero el segundo fue más espectacular e hicieron que el Villareal sumara tres puntos ante un equipo que se quedó con díez por una chulería arbitral, puesto que fue excesiva la tarjeta amarilla.
En el segundo tiempo se abrió el campo y las oportunidades llegaron, de hecho en seis minutos se vio más espectáculo que en los cuarenta y cinco del primer tiempo, y es que ambos fueron a tener alguna oportunidad más de gol y buscar los tres puntos, hasta que Cazorla enganchó un derechazo que nada pudo hacer Gorka, antes de eso si que tuvo que intervenir en alguna ocasión a remate, de Gorín y Eguren, hay que decir que el club castellonense podía hacer sentenciado mucho antes si Rossi hubiera puesto el balón a Llorente, que entró en el segundo tiempo por Nihat, que iba solo, pero el italiano fue chupón y erró la sentencia.
El problema fue que Athletic de Bilbao se quedó con diez jugadores por una expulsión rigurosa de Susaeta, puesto que solo fue una plancha y no era «necesaria» ver la segunda amarilla, y es que a partir de este momento el único recurso de los de Caparrós era colgar balones a la olla, y entonces llegó Matías Fernández y consiguió el segundo gol de forma sensacional
