Noche de decepciones también en Valencia. En conjunto ché tuvo anoche en su mano el pase a octavos de final de la Uefa y lo dejó escapar como un globo que se escapa de la mano de un niño y se pierde en el cielo. Y así, incrédulos, que quedaron mirando al suelo cuando el Dinamo de Kiev les hizo el empate a dos que propiciaba su eliminación.
Al inicio del partido el árbitro se comió un posible penalti a Villa que habría facilitados bastante la situación a los chicos de Emery, pero lejos de marcar gol el Valencia vió como el rival se adelantaba en el marcador de la mano de Kravets gracias a errores defensivos.
Tras el gol se sucedieron los peores minutos del equipo, sin el dominio del balón ni del partido y pensando ya en la segunda parte para cambiar el chip, pero antes del pitido Marchena remató de cabeza una falta lanzada por Fernandes, que hacía el empate y provocaba, como mínimo, los penalties.
Tras el descanso el equipo parecía otro. De pronto todo empezó a funcionar, la defensa defendía, los centrales hacían su trabajo y los laterales habrían hueco para entrar hacia portería. Así llego el segundo del Valencia. Una falta sobre Del Horno que el mismo remataría finalmente a portería tras pasar por varios pies.
El trabajo estaba hecho, ahora solo había que mantenerlo pero un nuevo fallo hizo que el Dinamo, que no tiene un pelo de tonto, aprovechara la oportunidad. Albiol se lanzó al ataque y en el camino perdió el balón que le llegó a Kravets para que, casi sin resistencia, encarara a César e hiciera el empate.
En el tiempo restante los chés lo intentaron pero sin suerte y el pitido final marcó el final también el de la andadura europea del Valencia, que añade un problema más a los que ya tiene.
Valencia: César, Maduro, Albiol, Alexis, Del Horno, Marchena (Baraja) Fernandes, Silva, Mata (Vicente), Morientes (Joaquín) y Villa.
Dinamo Kiev: Bogush, Nesmachniy, Betao, Mikhalik, Kaddouri, Correa (Ghioane), Vukolevic, Eremenko, Kravchenko (Cernat)(Sabljic) Aliev y Kravets.