No hay que lanzar campanas al vuelo, no hay que vender humo, pero este Valencia tiene buena pinta, siempre y cuando la defensa y el portero brasileño se mantengan así de fuertes, aunque hoy se ha enfrentado a un equipo un tanto desordenado y con un físico un tanto justo, ya que jugadores como Jurado aguantaron tan solo media hora.
El Valencia salió al campo con los mismo jugadores que saltaron al césped del Bernabéu con la única excepción de Joaquín, que ha preferido borrarse de este encuentro, y la fórmula Emery le ha salido perfecta, entre otras cosas porque en la primera media hora no recibió ningún gol, aunque pasó malos momentos, sobretodo cuando pitó el árbitro como cesión un despeje hacía atrás de Albiol, aunque no pasó nada.
Los minutos de gracia del Valencia llegaron en el 35 y 38″, donde Villa, que aprovechó un pase perfecto de Silva y Mata que aprovechó un rechace de Moyá dejaban el marcador muy de cara y muy tocado a los bermellones, que no sabían que habían hecho tan mal para irse al descanso con esa desventaja, y más viendo que Trejo mandó al palo un balón.
Gregorio Manzano no consiguió encontrar la forma para recortar la ventaja en el marcador y los cambios no hacían nada distinto, además se notaba que el equipo estaba hundido y desmoralizado, además la puntilla la puso Vicente empujando un balón de Angulo.
