Este miércoles, la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Catherine Russell, presentó un desolador informe ante el Consejo de Seguridad sobre la situación de los niños en Ucrania. Según datos verificados por la ONU, al menos 2,406 niños han muerto o resultado heridos desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, lo que equivale a un promedio de dos niños afectados por día. Russell destacó que, si bien estas cifras son preocupantes, el número real podría ser aún mayor, subrayando que cada vez más niños están atrapados en una situación de guerra que afecta gravemente su bienestar.
Durante la sesión, convocada por Ucrania y presidida por Estados Unidos, Russell enfatizó que se han reportado más víctimas infantiles en los primeros nueve meses de 2024 que en todo el año anterior, lo que refleja el creciente costo humano del conflicto. “Detrás de cada número hay un niño con un nombre y una historia, cuyas esperanzas y sueños han sido destruidos”, declaró, lamentando que muchos niños se vean obligados a vivir en la clandestinidad, pasando horas escondidos en sótanos oscuros y húmedos, asustados por el sonido de las sirenas y los bombardeos.
Además de la violencia, la guerra ha provocado un desplazamiento masivo de personas, obligando a cerca de 3.6 millones a abandonar sus hogares y a 6.7 millones a buscar refugio en otros países. Russell también destacó el devastador daño a la infraestructura energética de Ucrania, que ha reducido la capacidad eléctrica del país a la mitad de lo necesario para sobrevivir el invierno, exponiendo a los niños a temperaturas extremas, además de afectar los servicios básicos de agua potable y saneamiento.
La salud mental de los menores es otro de los aspectos críticos. Muchos enfrentan el miedo constante, la pérdida de familiares, la separación de sus seres queridos y la interrupción de su educación, lo cual puede tener consecuencias duraderas en su desarrollo emocional. UNICEF ha estado trabajando para mitigar estos efectos, proporcionando acceso al agua potable a 5.1 millones de personas y apoyo psicosocial a más de 630,000 niños y cuidadores en el país.
Russell hizo un llamado urgente a los miembros del Consejo de Seguridad y a todas las partes involucradas en el conflicto para que tomen medidas inmediatas que protejan a los niños. Subrayó la necesidad de respetar el derecho internacional humanitario, detener los abusos contra los menores y los ataques a la infraestructura civil y energética. También instó a evitar el uso de armas explosivas en zonas pobladas y a priorizar la reunificación familiar de los niños.
Por último, Russell enfatizó que, aunque los esfuerzos humanitarios son esenciales, no pueden suplantar la necesidad de una solución política que ponga fin a la guerra. “Los niños dependen de que este Consejo les proporcione soluciones. No podemos ni debemos defraudarlos”, concluyó, haciendo hincapié en la importancia de actuar en favor de quienes son los más vulnerables en este conflicto.
Fuente: ONU últimas noticias