Con el post de hoy terminamos la regla «Pánico en Warhammer». Una regla que es imprescindible conocer para saber como podemos evitar incurrir en pánico o cual es la mejor forma de causarlo en el enemigo. Y hablando de pánico, recuerdo una vez una escena curiosa dentro de una batalla de Fantasy donde una unidad de ballesteros enanos dispararón contra una pequeña unidad de maestros de la espada y consiguieron eliminar a más del 25% de la unidad. El jugador Alto elfo saco un 6 y un 5 en su cheque de pánico y salió huyendo…
El pánico puede lograr situaciones de lo más curiosas e inesperadas como la anterior. Una de las mejoras formas de causar pánico, como dijimos en el post anterior, es disparar a las tropas que se encuentren más alejadas del general concentrando nuestros disparos, pero se me olvido mencionar una obviedad: esta sencilla (y muchas veces efectiva) táctica funcionará mucho mejor si la unidad a la que disparamos tiene una escasa tirada de salvación por armadura, como en el caso real anterior de los elfos.
Pánico: Direcciones de huida
En muchas batallas en las que he podido participar y presenciar, en muchas ocasiones se ponía de manifiesto la duda de en que dirección huir cuando una unidad estaba afectada por el pánico. A veces un jugador decía lo que le convenía y otro decía lo contrario. Vamos a salir de dudas:
- Pánico causado por un 25% o más de bajas a distancia.
En este caso debes girar la unidad sobre su eje de tal modo que quede completamente de espaldas a la unidad que le ha causado el pánico a distancia, en caso de los causantes hayan sido dos unidades, nuestra unidad se pondrá de espaldas a la que más bajas hubiera causado.
- Pánico provocado por cualquier otro motivo.
En este caso (menos común) giramos la unidad hasta dar la espalda a la unidad enemiga más cercana, simple y llanamente
