Camacho tenía estudiado al rival muy bien, sabía que si le daba el balón iban a tener muy complicado conseguir trenzar juego, ya que con Lass y Gago en el centro del campo no se puede pedir que exista mucho juego, así que se limitaban a salir al contragolpe y las cosas no le podían haber salido mejor con el gol de Nekouman, aunque hubo una jugada que no se podía imaginar que le iba a costar tan cara, porque Gago se tiró como una fiera en el área a por un balón, pero derribó a Juanfran, esta jugada fue dentro del área, es decir, un claro penalti, aunque el árbitro lo que sacó fue una amarilla para el jugador rojillo por protestar.
Así que en el descanso el partido pintaba muy mal para el Madrid, y más viendo que no se llegaba a puerta, por eso Juande Ramos cambió a Cannavaro y metió a Van Der Vaart, pero metió en la banda derecha a Lass y de central a Sergio Ramos, precisamente fue el sevillano quien marcó el primer gol de lanzamiento lejano y que cantó Roberto, así que la jugada no le podía haber salido mejor al técnico blanco y más cuando Robben cedió al segundo palo un balón para que Higuaín consiguiera el segundo gol.
A falta de diez minutos llegó la jugada polémica, puesto que Juanfran se iba de Pepe y éste le pegó un pisotón en el pie de apoyo, en primera instancia parecía que Pérez Burrull pitó penalti, pero después se echó la mano al bolsillo y enseñó la segunda tarjeta amarilla al jugador rojillo, algo inexpicable cuando se veía que hubo contacto, después, en el tiempo de descuento Robben se inventó una jugada individual y puso el definitivo 3-1, aunque en ese momento el Osasuna seguía pensando en el penalti que no le habían pitado.