El Real Madrid comenzó pinchando en Mallorca, y es que en esta ocasión los delanteros no estuvieron finos, ni Cristiano Ronaldo, ni Higuaín, ni siquiera Karim Benzama pudieron batir a un acertado Dud Aouate. Mourinho dejó en el banquillo a la artillería alemana y al final tuvo que recurrir de ellos, quitando a Canales y dejando en el banquillo a gente como Pedro León.
Mourinho puso en las bandas a Cristiano Ronaldo y Di Maria, con el joven Canales de mediapunta, pero no acababan de conectar con Higuaín, aunque no entendí la presencia de Lass al lado de Xabi Alonso. En el segundo tiempo, cuando rectificó el equipo con los cambios, llegaron las oportunidades del argentino Higuaín, que no tuvo su día, y de Cristiano Ronaldo, que acabó el partido lesionado.
Hay que decir que Michael Laudrup hizo un gran trabajo para preparar este partido, porque supo aguantar la salida en tromba, apagar a Di Maria, que estuvo muy perdido, y tan solo la entrada de Ozil, con el equipo muy cansado, dio facilidades al Real Madrid, ahora Mourinho le toca rectificar y ver como encarrila el equipo, que tras este tropiezo en Mallorca le caerán muchas críticas.