El próximo miércoles se enfrentan en la segunda jornada de la Champions League el conjunto búlgaro del Ludogorets con el Real Madrid, un partido que debería disputarse en el Ludogorets Arena pero que finalmente se disputará en el estadio nacional Vasil Levski debido a que el estadio habitual donde disputa sus partidos el conjunto búlgaro no cumple con la normativa UEFA para acoger este tipo de encuentros.
El estadio Ludogorets tiene una capacidad de 6100 espectadores una cifra muy pequeña para toda la demanda de entradas que ha recibido el conjunto para ver en directo al actual campeón de Europa. Debido a este problema, el conjunto local ha tenido que cambiar de estadio y apostar por el que se utiliza cuando juega el conjunto nacional, un estadio con una capacidad para 43000 espectadores, pero que está a 324 kilómetros de Ludogorets. A pesar de la distancia, el conjunto búlgaro confía en que el estadio estará lleno a la hora del partido.
Al tratarse de un estadio pequeño, la UEFA no permite la disputa de partidos internacionales en él. Esto es un problema para los aficionados del equipo, que tendrán que desplazarse hasta la capital del país para poder disfrutar de su equipo en la máxima competición continental, cosa que ya tuvieron que hacer en la última ronda previa a la fase de grupos y que les enfrentó ante el Steaua de Bucarest.
Los directivos del club están seguros de que su equipo estará arropado por un estadio lleno de sus aficionados, y eso a pesar de que pare este encuentro las entradas son muy caras en comparación a lo que suele costar un partido en Bulgaria.
Pero este no será el único partido que disputarán fuera de su estadio, ya que para el resto de partidos de la fase de grupos, el equipo tendrá que desplazarse hasta la capital para recibir al Liverpool y al Basilea.
